Elecciones generales
Un PSOE lejos del populismo
La encuesta de NC Report que hoy publica LA RAZÓN sobre la sucesión de Alfredo Pérez Rubalcaba en la dirección del PSOE dibuja a un partido cuyos militantes y simpatizantes –que constituyen exclusivamente la muestra del sondeo– sólo coinciden mayoritariamente en la necesidad de cambiar de rumbo y liderazgo para devolver a la formación el peso político perdido. Y en este sentido, no deja de tener su significado que sea la figura de Felipe González la que obtenga el mayor nivel de valoración –con una nota de 8,1–, muy por delante del resto de los secretarios generales que le sucedieron. Añoranza, sin duda, del modelo socialdemócrata, con sentido de Estado y alejado de maximalismos ideológicos, que supo conformar uno de los grandes partidos de la democracia española. En efecto, el sondeo de opinión demuestra que la inmensa mayoría de sus votantes tradicionales no se deja atraer por los cantos de sirena del populismo radical ni, mucho menos, por los llamamientos a extremar una posición de izquierda que, además, un 44% de los encuestados preferiría más cercana al centro político. En las últimas elecciones al Parlamento Europeo, sólo un diez por ciento del voto socialista eligió la papeleta de Podemos, la formación de inspiración «bolivariana» de Pablo Iglesias Turrión, y no llegaron al 4% los que se decantaron por Izquierda Unida. No, la sangría de votos fue por la abstención, que superó el 30%, producto, ciertamente, del desencanto producido por una manera de ejercer la oposición a remolque de los acontecimientos y demasiado permeable a la demagogia; pero, también, por la falta de un mensaje nítido y coherente sobre el modelo territorial y los casos propios de corrupción. De hecho, la lucha contra la corrupción y la renovación del partido son las dos principales demandas de los votantes y simpatizantes encuestados, por encima, incluso, de la creación de empleo. En estas circunstancias, la renuncia de Pérez Rubalcaba al frente de la Secretaría General del PSOE se considera una buena decisión por parte del 68,5% de los consultados, que también muestran su acuerdo mayoritario en que la elección del futuro candidato a la presidencia del Gobierno se haga por primarias abiertas y antes de que el congreso extraordinario elija al secretario general del partido. Pero aquí acaba la coincidencia. Sobre la identidad del futuro líder socialista hay una amplia diversidad, casi dispersión, de opiniones, empezando por que el 45,9% de los encuestados no se decanta por ninguno de los presumibles candidatos, señal de que todavía no ha surgido una personalidad indiscutible que se imponga sobre la actual fragmentación. Va en cabeza la andaluza Susana Díaz, pero con el apoyo del 15%. Un dato que explica hasta dónde llega la desorientación y la incertidumbre de los socialistas.
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