Vitoria

El director de orquesta y la "prima donna"

La Razón
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La portavoz popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, lanzó una dura e inmerecida crítica a sus compañeros vascos en el cónclave que estos días se ha celebrado en Vitoria. Les acusó de «tibieza», lo que no deja de ser un sinsentido en los militantes de un partido que estuvieron en primera línea contra el terrorismo etarra, con un coste altísimo en vidas, aunque no en votos. La brillante retórica de Álvarez de Toledo no la exime de cometer el peor de los errores, ser injusta, e incluso no atenerse a la verdad de los hechos. Y éstos son tan luctuosos, que no deberían olvidarse, nunca. Ayer, Pablo Casado acudió a Vitoria con la intención de cerrar cualquier herida y, aunque admitió que a «algún pianista» se le ha podido escapar una nota, hasta donde se sabe es tarea del presidente del partido dirigir la orquesta y dar paso a los solistas cuando él lo considere; que entren los vientos o los violines, incluso dar paso a la «prima donna» para que se exhiba. En definitiva, la partitura es una sinfonía para recuperar el voto y volver al Gobierno y no hay concertino virtuoso que por sus dotes musicales pueda conseguir solo esta tarea ingente. Álvarez de Toledo es la portavoz parlamentaria, seria y brillante, pero la entrada para el aria la da quien tiene la batuta.