Política
Populismo fácil con una desgracia
El caso desgraciado del joven Borja, que mató accidentalmente a un ladrón que acababa de robar y golpear a una mujer y que ahora afronta una pena de dos años de prisión y una indemnización de 180.000 euros, ha provocado la lógica solidaridad de los ciudadanos, que no entienden la severidad de la condena. Pero los políticos harían bien en no buscar réditos populistas a este tipo de desgracias, mucho menos, tratando de forzar cambios legislativos. De producirse el indulto, que sea por la vía establecida.
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