Papel

Vox, perdido entre tanto volantazo

La Razón
La RazónLa Razón

O Vox tiene carencias derivadas de la inmadurez o bien sus tambaleantes pasos son los síntomas de una fatiga sobrevenida por el mal de altura. O todo en su conjunto. La dirección del partido que lidera Santiago Abascal decidió ayer dar otro manotazo en la mesa y, en esta ocasión, anunciar la ruptura con el PP y Cs en los ayuntamientos y su irrevocable decisión de hacer oposición. Además, por lo visto, ya no quieren sillones. En el futuro, y ante los ejecutivos autonómicos que como los de la Comunidad de Madrid y Murcia necesitan de su voto, todo dependerá de que se atiendan sus planteamientos programáticos. Vox reaccionó así al presunto incumplimiento por el PP y Cs de los acuerdos para desalojar a la izquierda en las corporaciones. El relato está cogido con alfileres porque ha sido reescrito con fruición por Vox. Demasiados tumbos para llegar al final que sus electores mandataron, que es propiciar gobiernos liberales. Abascal debe aprender de los errores de Albert Rivera y la multipolaridad del partido naranja, de cómo desvirtuar un proyecto que nació como movimiento y ahora parece de autor, de un solo autor. Vox hará bien en centrarse y ser un instrumento útil para la gente y sus necesidades si es que no pretende ser flor de un día (legislatura) como sugiere ya alguna encuesta.