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La situación

Esto es lo que hemos votado

«PSOE y PP se pusieron en manos de partidos gamberros, con aroma trumpista, que entienden más de chantajes que de acuerdos»

En 2015, la suma de la crisis financiera iniciada seis años antes y una obscena cantidad de casos de corrupción provocó un cambio del sistema de partidos que teníamos desde la Transición: un sistema bipartidista, con algunos partidos pequeños que podían condicionar la gobernabilidad cuando no había mayoría absoluta. Ese modelo colapsó con la aparición de Podemos y Ciudadanos, y la posterior irrupción de Vox. Y llegados a las elecciones de julio de 2023, los españoles nos liamos la manta a la cabeza y metimos en el Congreso a diputados de una veintena de partidos. Una fiesta.

Como eso es lo que hemos decidido libremente, eso es con lo que tenemos que lidiar responsablemente. Y lidiamos mal, porque no se puede elegir un parlamento ingobernable y pretender que se gobierne. Y tenemos un poder Legislativo que tumba las medidas aprobadas por el poder Ejecutivo, mientras el poder Judicial investiga a destacados miembros de los otros dos poderes, y alguno del suyo propio, por supuestos delitos muy graves.

De momento, sabemos que el presidente del Gobierno ha conseguido llegar a estos últimos días de enero de 2025 en el poder, aunque no tiene con quién sacar adelante sus decretos. Su socio fundamental de investidura dice ahora (en palabras textuales de la portavoz de Puigdemont en el Congreso, Miriam Nogueras) que los socialistas son trileros, chantajistas, piratas, mentirosos y manipuladores. Como consecuencia, abandonan a Pedro Sánchez y lo dejan en minoría. Enfrente, Vox hace tiempo que rompió con el PP en varios gobiernos regionales, cuya conformación después de las elecciones municipales de mayo de 2023 le costó el poder a Feijóo en julio de ese mismo año, porque dejó en bandeja al PSOE la campaña para frenar el avance de la ultraderecha. Con amigos como estos es innecesario tener enemigos.

PSOE y PP se pusieron en manos de partidos gamberros, con aroma trumpista, que entienden más de chantajes que de acuerdos. Pero eso ya lo sabían y, aun así, se dejaron llevar por la codicia de acumular poder. Ahora vemos los resultados. Pero nadie podrá quejarse: es lo que hemos votado los españoles.