Sin Perdón

El Gobierno pide árnica y prepara el «pumpidazo»

«Lo sucedido en los últimos años hace imposible que el PP acepte ser la comparsa del sanchismo»

Sánchez ha conseguido la presidencia del Gobierno, pero la legislatura será muy complicada. Ni puede ni debe contar con el PP, porque Feijóo no debería convertirse en el pagafantas del sanchismo. No cabe ninguna tregua. El sanchismo político y mediático ha sido implacable. Es bueno recordar que el aparato propagandístico socialista lo fue con Suárez, Aznar, Rajoy y Casado. La mentira, la manipulación y la descalificación han sido algo habitual desde el inicio de la Transición hasta nuestros días. Es lógico que, una vez estrenado el Gobierno, la ministra portavoz reclame una tregua y que adopte una oposición constructiva, que para La Moncloa significa convertirse en los palmeros del sanchismo. A un coste impresionante, que pagamos todos los españoles, ha comprado unos diputados para que le voten. Es un acto claramente fraudulento que en el tráfico mercantil sería delictivo. Es como si un profesor titular consiguiera acceder a la cátedra comprando los votos de los miembros del tribunal. La proposición de ley de amnistía es un acto grosero impropio de la ética política. Al presidente del Gobierno le molesta que se lo recuerden, pero no tiene argumentos para defenderse. No hay más que ver las chorradas que dicen los juristas de cámara del sanchismo.

Nunca he dudado de su inconstitucionalidad, pero la lectura de la «Nota» del secretario general del Congreso me ha reafirmado de que se trata de una norma que solo será constitucional gracias al «pumpidazo». Es uno de los peores «trabajos fin de grado» que he leído nunca y sorprende que haya sido elaborado por un jurista que ha superado una dura oposición como es la de letrado de las Cortes Generales. En breve veremos a otros leguleyos repetir como cotorras argumentos vacuos e inconsistentes para complacer los intereses gubernamentales. Un buen jurista no es el que decide complacer al poder para recibir una recompensa. Lo sucedido en los últimos años hace imposible que el PP acepte ser la comparsa del sanchismo. Es absurdo pretender una tregua cuando se gobierna con el apoyo de los comunistas, los antisistema, los independentistas y los antiguos dirigentes del aparato político y militar de ETA.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)