Editorial
No habrá elecciones si Sánchez puede evitarlas
La suma de PP y VOX es ahora de 202 a 206 escaños con una mejoría de 700.000 votos y más de la mitad de los sufragios
Pedro Sánchez no convocará elecciones generales mientras pueda evitarlo. Apurará los plazos hasta el último día. Nada doblegará esa voluntad ni el convencimiento de que lo mejor para él es permanecer en la Moncloa todo el tiempo que le sea posible. No contemplamos circunstancia alguna en el horizonte que le pueda hacer recapacitar. Por su puesto, tampoco el muy posible procesamiento de su mujer en los próximos meses por los negocios particulares que desarrolló desde los despachos de la residencia oficial de la Presidencia. El poder, el descollante aparato del Estado, el manejo de todos esos resortes extraordinarios con los que ha neutralizado buena parte de los contrapesos del sistema, se vislumbra a día de hoy como el único dique de contención de un futuro penal desasosegante para el líder socialista. Parte claro de una premisa que lo condiciona de forma decisiva en su decisión de eliminar a los españoles de la ecuación como es el convencimiento de que tiene una mayoría social definitiva en su contra o lo que es igual que el veredicto de las urnas lo dejaría sin trabajo de manera fulminante y sin blindaje. El pueblo, sujeto de la soberanía nacional, parece apostar por que la alternancia se abra paso con urgencia y que la nación acometa como una emergencia nacional una etapa de cambio profundo y de regeneración de la democracia que nos devuelva al sendero de la convergencia con Europa y nos aleje para siempre de los proyectos populistas y polarizadores que Sánchez ha fomentado exclusivamente por interés personal. En todo caso, conviene que, por el bien común, la oposición no venda la piel del oso antes de cazarlo como hiciera en 2023. Sánchez, pese a su catastrófica gestión, conserva un suelo electoral apreciable para venir de donde viene. Y con seguridad pondrá encima de la mesa todas las trampas y engaños como ya hiciera en anteriores convocatorias para alterar un escenario nítidamente desfavorable. Nadie como él se ha reivindicado en esas malas artes que explotan el factor emocional en la cita con las urnas que es muy probablemente el último as bajo la manga. El divide y vencerás, el relato del muro, podría funcionar incluso en una España maltrecha, perdida y empobrecida, porque, sobre todo en política, nada está escrito de antemano. La encuesta de NC Report que publicamos hoy ahonda en la tendencia de nuestros últimos estudios de intención de voto confluyentes con el consenso demoscópico. La suma de PP y VOX es ahora de 202 a 206 escaños con una mejoría de 700.000 votos y más de la mitad de los sufragios. La izquierda pierde 2,3 millones de electores -1,5, a la abstención- y se quedaría en 115/119 diputados, menos de los conseguidos por el PSOE en 2023, con la práctica cancelación de Sumar y Podemos. Si para Sánchez las elecciones son una pérdida de tiempo para la nación y los gobernados, las incertidumbres se disparan.