
Opinión
El peor agosto desde 2019 refleja el fracaso de la reforma laboral
El maquillaje de los fijos discontinuos perpetúa esta lacra. Yolanda Díaz dice que le preocupa la precariedad, pero la realidad es que perpetúa el paro

Los datos del paro de agosto son un absoluto desastre. El número de fijos discontinuos inactivos alcanza los 830.000. En nueve regiones hay más personas que perciben subsidio de desempleo que parados oficiales.
La afiliación se desploma en 199.300 personas en agosto, el tercer peor dato en 17 años, y además está dopada con 600.000 pluriempleos. El paro subió en 21.905 personas y con 830.000 fijos discontinuos inactivos. Además, se han perdido 15.000 autónomos entre julio y agosto.
En agosto se registran 4.305.466 demandantes de empleo, comparado con 4.522.748 en agosto de 2018, una irrisoria reducción de poco más de 217.000 personas en siete años, disparando el empleo público en 617.000 personas, despilfarrando 130.000 millones de euros de fondos europeo y añadiendo 450.000 millones de euros de deuda pública.
El total de personas registradas en el SEPE y que no están ocupadas en agosto está por encima de los 3,8 millones de parados y desocupados reales. Esto significa que el paro efectivo en España no ha bajado desde 2019. Estos datos son especialmente preocupantes cuando España sufre otra ronda de campaña publicitaria del Gobierno y sus adláteres.
España ostenta el triste récord de liderar la eurozona y la Unión Europea en índice de miseria, y por mucho, como refleja Bloomberg con datos oficiales de Eurostat. España lidera Europa y la OCDE en tasa de paro oficial, ya superando a Grecia desde hace tiempo. España lidera en paro oficial, holgura laboral, que incluye esos desocupados mencionados, y en paro juvenil. Italia ha registrado su nivel de paro más bajo en casi dos décadas, 6%, y allí no existe el maquillaje de los fijos discontinuos inactivos.
El problema de los datos del paro de cada mes sea agosto o no, es que España tiene la mayor lacra de paro de Europa por culpa de las políticas equivocadas. La legislación laboral española es un auténtico desastre, y no protege de nada más que de poder trabajar. Los costes laborales se han disparado más de un 20%, la legislación anti-empresas solo perpetúa el paro y disparar la inmigración ha llevado a que se mantenga una subclase dependiente. Los salarios reales netos no suben desde 2019 porque la fiscalidad es confiscatoria y el crecimiento de la productividad es un desastre. Dopar las cifras agregadas con inmigración es la receta del estancamiento y la deuda.
La realidad del empleo de España es que la contratación a tiempo completo representa solo el 37,10% de todos los contratos y que en ocho meses se han firmado más de diez millones de contratos, pero los demandantes de empleo no mejoran. Lo malo de todo esto es que el Gobierno se entregue a la euforia y que haya economistas que lo blanqueen.
Maquillaje y propaganda
Un gobierno que dice preocuparse por la calidad del empleo debería estar indignado ante la realidad de más de 1.310.000 demandantes de empleo «ocupados» entre los que hay 830.000 fijos discontinuos inactivos.
El gobierno de Sánchez ha utilizado una figura, el fijo discontinuo, que estaba diseñada como un mecanismo de transición entre el empleo temporal y el fijo, para esconder una cantidad desproporcionada de desocupados que no aparecen en las listas oficiales, al convertir por ley los contratos de obra y servicio y estacionales en este tipo de contratos, donde la persona no aparece en las cifras de paro oficiales cuando no trabaja.
Vivimos en el país del maquillaje y la propaganda. Los datos agregados esconden una economía estancada en lo productivo y dopada por gasto público e inmigración, una economía donde el gobierno hace comités de productividad mientras penaliza a las empresas de alta productividad y disfraza el empleo con contratación pública.
España, efectivamente, sorprende a sus socios, pero no por sus cifras de PIB dopado, sino porque uno de cada cuatro parados de la eurozona está en España y, sin maquillaje, hasta Grecia nos adelanta en reducción de paro.
Díaz mira a otro lado
Yolanda Díaz dice que le preocupa la precariedad, pero la realidad es que perpetúa el paro y mira hacia otro lado con la inmigración ilegal porque su objetivo no es el empleo, sino crear una subclase dependiente y precarizada que se lo deba todo a la magnanimidad del estado feudal.
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