Opinión

Lo indecente es que te vote Txapote

La Ministra podemita de Derechos Sociales Belarra acusa al PP de partido «golpista» por dar un «golpe judicial» contra la Constitución

Sánchez dio comienzo a su campaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas en Washington con Joe Biden, aunque no consta –para suerte de los estadounidenses– que el PSOE se presente a gobernar la Casa Blanca el próximo 28-M con él de candidato. Al parecer, con esa imagen de líder del «mundo mundial» ha querido impresionar a los españoles, aunque la realidad es más prosaica, ya que es una simple contraprestación a la autorización de que más navíos de la Sexta Flota se incorporen a la base de Rota, y de que inmigrantes hispanos que entran por la frontera con Méjico sean acogidos por España.

Por el trato recibido, tampoco el gesto es como para «tirar cohetes», ya que sus antecesores en La Moncloa tuvieron con los respectivos presidentes anfitriones comparecencias conjuntas en ruedas de prensa ante los medios de comunicación en los jardines de La Casa Blanca. La hemeroteca es contundente, y recoge a Felipe González junto a Ronald Reagan escoltados por nuestra bandera nacional y la de las barras y estrellas. De análoga forma fueron recibidos José María Aznar por George Bush II y Mariano Rajoy por Donald Trump.

Tras esa puesta en escena, Sánchez ha aterrizado en la realidad que muestra a sus socios políticos preferentes, ahora bilduetarras a cara descubierta, y que coloca al PSOE sanchista ante el espejo «de la indecencia», en expresión suya. «Puede ser legal pero no es decente», afirmó en su solitaria comparecencia, a lo que con razón se le responde que lo indecente es estar en La Moncloa gracias a ellos. Los barones socialistas no ocultan su contrariedad por el «cisne negro» que ha aparecido en la campaña, pero es la realidad del socialismo sanchista, para el que el fin –la conquista del poder– justifica los medios: pactar con los partidos comunistas, separatistas y terroristas, y todos no arrepentidos. Ante este escenario resulta patético escuchar a la Vicepresidenta Calviño mostrar en el Congreso el orgullo de tener de Presidente del Gobierno a Sánchez que, según ella, «cumple con lo que dice». Un poco de respeto merecen los españoles, señora Calviño, para atreverse a decir eso en sede parlamentaria y desde el banco azul, que provoca vergüenza ajena al recordar sus reiteradas promesas de que «nunca» pactaría con todos y cada uno de sus actuales socios y aliados.

Para que no falte de nada en el espectáculo electoral, la Ministra podemita de Derechos Sociales Belarra acusa al PP de partido «golpista» por dar un «golpe judicial» contra la Constitución. Para ellas, los demócratas son los comunistas, los de Otegi y Txapote y los golpistas catalanes.