Sin Perdón
El monopoly de Pedrovial
Hay terrenos muy aprovechables como los Monegros, donde se podrían situar los doscientos mil pisos y crear la «Megaciudad Sánchez»
El reciente fervor de Sánchez como constructor es equiparable a Nabucodonosor II el Grande que consiguió convertir Babilonia en una de las maravillas del mundo antiguo. Con el histórico rey de la dinastía caldea le une su relevancia histórica y política, tanto nacional como internacional. Es cierto que le falta una obra singular como fueron los famosos Jardines Colgantes, que eran una de las Siete Maravillas junto a la Pirámide de Keops, el Templo de Artemisa, la Estatua de Zeus, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría. He de reconocer que me gustan mucho las grandes obras arquitectónicas o de ingeniería que han sobrevivido al paso del tiempo. Los casi doscientos mil pisos que ha anunciado no son equiparables al Taj Majal, pero Sánchez no es un emperador mogol. Hace lo que está en sus generosas manos y resolverá el problema de vivienda de nuestros hijos. He recopilado algunos de los divertidos sobrenombres que ha recibido tras su compromiso electoral. Por el ataque durísimo que emprendió contra Ferrovial, algo insólito en la UE, me gusta «Pedrovial».
En honor de la famosa plataforma, le han llamado «Ideolisto Sánchez». Creo que Nadia Calviño ha ordenado que se registre el nombre. Me temo que el resultado será malo, pero no quiero cuestionar el mérito y capacidad de la vicepresidenta. «Construcciones Sánchez» es demasiado obvio y suena a una constructora de pueblo, dicho con todo el respeto, y seguro existirá alguna. Otros que están bien son «Agroman Sánchez», en honor de la conocida empresa; «Pedro Monopoly», que no se limita a los pisos; «Criptopisos», porque nadie los verá; «Promociones Sánchez» y «Cimientos Sánchez» generan el mismo problema de probable coincidencia con empresas existentes. «Don Piso Sánchez» significa hacer propaganda de una marca comercial, aunque ofrece margen para alcanzar acuerdos con ella. No me gustan, porque podrían resultar ofensivos, el «Presidente paleta» o «Pedro Gotera y Otilio». Por supuesto, hay terrenos muy aprovechables como los Monegros, donde se podrían situar los doscientos mil pisos y crear la «Megaciudad Sánchez», al estilo de Brasilia. Se ha hecho broma con «Operación Campamento», ya que se puede llenar de tiendas y jaimas, en este último caso solo si se hacen del partido.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
✕
Accede a tu cuenta para comentar