Opinión

Monstruo bicéfalo

Monstruo Bicéfalo es el nombre de la editorial creada por el escritor donostiarra Felipe Cabrerizo

El sábado estuve en la divertida presentación carabanchelina de la nueva editorial de Felipe Cabrerizo, especializada en música, cine y mundo pop, Monstruo Bicéfalo. El periodista y escritor donostiarra, junto con mi querida Carmencita Whitetower, como diseñadora, ha lanzado para empezar un libro muy bonito, regalable y apetitoso; una traducción (y edición) de los Diarios 1957-1982, los Munkey Diaries de Jane Birkin, la actriz, cantante y modelo británica, famosa por estilosa, escandalosa y por su relación musical, estética y frenética con el cantante francés Serge Gainsbourg.

"Je t'aime... moi non plus", ya saben, deténganse en la letra de esta canción (voy, voy y vengo entre mis riñones, voy y vengo entre tus lomos, y me contengo…) tan sexy que no es sexy y tan erótica que hoy resulta cómica, pero resultó polémica y exitosa internacionalmente en su pacato momento, con esos gemiditos tan bien traídos. El título, es curioso, viene de la conocida cita atribuida a Dalí: "Picasso es español, yo también. Picasso es un genio, yo también. Picasso es comunista, yo tampoco" y fue grabada originariamente por Gainsbourg y su amante de entonces, Brigitte Bardot, que se echó para atrás al percibir la magnitud del terremoto y fue sustituida por una joven más segura de sí misma que simula un orgasmo en la canción: Jane Birkin.

La conocerán también seguro, o su nombre, por los icónicos bolsos Hermés que primero chuleaba Victoria Beckham y ahora ostenta simpática Georgina en todos los sabores. En la década de 1980, Birkin se encontraba en un vuelo sentada junto al entonces presidente de Hermès, Jean-Louis Dumas, dejó caer su bolso y expresó su frustración por no encontrar uno lo suficientemente práctico. A partir de esta conversación, Dumas creó el modelo Birkin especialmente para la gachí. Desde entonces, es el bolso más codiciado entre las fashionistas.

Como anécdota, yo heredé uno de mi suegrita Berta que murió dejando una biografía novelesca y un armario fabuloso y se lo agradecí dándole el personaje co protagonista en “Qué te importa que te ame” Editorial Planeta. Su bolso, lo cuido como a un niño enfermo, con la misma, con mayor neurosis, que si se tratara de un corazón que fueran a trasplantarme de urgencia. Y no me gusta (no, las marcas).

¡Volvamos! Lo mejor es que Jane Birkin se convirtió con fervor al activismo en defensa de los animales, igual que Bardot, y que Pamela Anderson (parece esta conversión muy de rubia en busca de una ruta identitaria que caminar) y creo que pidió a la Maison que cambiaran el nombre cuando se posicionó radicalmente en contra del uso de las pieles en la moda… Y parece que, en respuesta a sus ansiedades, Hermès llevó a cabo una investigación y tomó las medidas oportunas para mejorar las condiciones de crianza y sacrificio de los animales utilizados; Birkin quedó satisfecha y permitió que su nombre continuara siendo un bolso. Y todo el mundo en paz.

Y luego que, esto es importante, Jane Birkin es una actriz-mito que ha trabajado con directores como Agnès Varda y Jacques Rivette. Una de sus películas fetiche es "Blow-Up" (1966), dirigida por Antonioni, una película que, así como el libro de Cabrerizo, les recomiendo, sobre todo a los más jóvenes y soñadores.

Pero a lo que iba, el sábado, para llegar a Carabanchel a la presentación del libro de Birkin, tomé el caby de un conductor venezolano de tono vital muy alto y muy parlanchín; bueno, era verborreico y hablaba rapidísimo, y llegó a ponerme algo nerviosa por la velocidad con la que hablaba y lo lento que conducía. El numero de palabras que el oído y el cerebro humanos pueden percibir por segundo no es infinito. Pensaba mientras él me lo contaba todo, TODO.

_¿Periodista, eh? Yo soy ingeniero, ¿sabes? Pero es que me compensa más tener mi licencia de Caby, por horario, por libertad y por sueldo. En Estados Unidos usted estudia una carrera y vive como Dios, diez mil dólares al mes, como mínimo…

_¿No nos están adelantando el resto de los coches?_ Llegaba tarde.

_Sí, pero aquí dice “cincuenta”. Un amigo mío a cincuenta y siete recibió una multa de quinientos euros…. Las carreras universitarias tienen sentido en otros países donde compensa económicamente, en España no compensa perder cinco años estudiando. Se gana más haciendo un buen curso de seis meses de alguna cosa practica y demandada, “cómo manejar chat Gpt”, por ejemplo, y se vive mejor.

_Seguro que sí_ Pienso en mis hijos adolescentes deslomados estudiando.

_Hable de eso como periodista, ayudará a mucha gente y también hable de que los funcionarios aquí ya no trabajan, que está pasando como pasó en Venezuela, que llamas para pedir una cita a la Seguridad Social y no contestan, en la web tampoco se puede y si te personas en el edificio, no está abierto como antes, y no te dejan pasar.

_¿Cómo que no trabajan? ¿A qué funcionarios te refieres?

_A los de extranjería, a los de la seguridad social y registro civil, que son los que utilizo yo como extranjero ahora que mi hija Alex está con el cambio de género.

_¿Tienes un hije transicionando?

_Es mi hija, bueno era, ahora dice que es niño y se quiere poner Alex. Y luego empezar con las hormonas.

_mmm ¿Y qué te parece? ¿Qué dice su madre?

_Su madre se arranca los cabellos de la desesperación porque nuestra hija no es trans, ni siquiera es lesbiana, sino una niña de 13 años de lo más normal. ¿Pero sabes qué pasa? Que está de moda ser raro. Si transicionas eres popular en el barrio y en el colegio. ¡¡¡Eso nos dice la niña y sus amigas!!! Si no, no eres nadie, o peor, eres un despreciable heterosexual. ¡Hable de eso!

_Entiendo_ Asiento con la cabeza mientras me suplica (con los ojos) por el retrovisor.

_Ser un hombre hetero en España es como ser una mierda pisada. Mi hermana, de allá de mi país, pensaba venirse y ya no quiere, porque dice que acá a los jóvenes se les colonizan el cerebro, dice: “Yo no voy ni borracha pa’ España, hermano, que se me hace m’ hijo mariposa”