Canela fina
El partido bisagra
«Sin partido bisagra, si el PP gana oscilará hacia Vox; si venciera el PSOE se aliaría con la extrema izquierda»
A mi manera de ver resulta altamente negativo que en la política española se extinga el partido bisagra. Si el centro derecha gana las elecciones sin mayoría suficiente, la obtendrá basculando hacia la derecha radical que tal vez imponga condiciones inconvenientes para la moderación, clave de la estabilidad. Si el centro izquierda venciera de nuevo en las elecciones generales, pero sin mayoría suficiente, reproducirá las actuales fórmulas frentepopulistas aliándose con comunistas, podemitas, bilduetarras y secesionistas catalanes y vascos.
Hasta Zapatero, España dispuso, aparte de los intentos fallidos de Roca, Garrigues, el segundo Suárez y Fernández Ordóñez, de un insólito partido bisagra: Convergencia y Unión. Hoy se intenta adulterar la realidad histórica, pero Jordi Pujol fue proclamado «el español del año» por el ABC verdadero y acudió a la sede del diario para recibir la distinción en un acto presidido por Don Juan III de Borbón. El presidente catalán, además de gestionar una política de alta calidad, jugó el papel de partido bisagra. Felipe González cuando necesitó a Pujol, porque el centro izquierda no alcanzó mayoría suficiente en el Congreso de los Diputados, lo encontró y Convergencia facilitó que el PSOE evitara la alianza con la extrema izquierda, manteniéndose en la socialdemocracia, lejos de las tentaciones del Frente Popular. José María Aznar, que terminó encaramándose en la mayoría absoluta, precisó de Jordi Pujol en su primera victoria sin mayoría suficiente y consiguió el apoyo de la moderación pujolista.
La política de varios partidos catalanes, entre ellos Convergencia, derivó hacia el secesionismo radical y entonces surgió Ciudadanos como partido bisagra. Por razones todavía sin explicar, tras las elecciones generales de abril de 2019, Ciudadanos se negó a cumplir su papel bisagra, lo que provocó en noviembre de aquel año su hundimiento y la oscilación del PSOE desde el centro izquierda a la alianza con las fuerzas extremistas y también con los independentistas catalanes y vascos y con los bilduetarras.
La objetividad obliga a reconocer la triste realidad de que carecemos de un partido bisagra moderado para las generales de este año. Si el centro izquierda del PSOE gana sin mayoría absoluta, continuará radicalizado a la extrema izquierda. Y si el centro derecha ganara, pero sin mayoría absoluta, terminará aliándose a su derecha con Vox.