Al portador

El sueño político de una noche de verano

«En el PP, hay convencidos de que el nuevo Gobierno de Sánchez será breve, pero no deja de ser un sueño estival»

Titiana, una de las hijas de Titán según Ovidio (43AC-17AC) en su Metaformosis, personaje también de «El sueño de una noche de verano», afirma en la comedia de Shakespeare (1564-1616) «soy un espíritu de rango no común». Pedro Sánchez, en la noche más feliz y quizá más inesperada para el «sanchismo», hubiera convertido, con razón, la frase en «soy un político de rango no común». «Los sueños son verdad mientras duran», reza un verso del poeta británico Alfred Tennyson. Para el inquilino de La Moncloa, que en la práctica ha renovado ya el contrato de alquiler –y es probable que a largo plazo– el sueño político de una noche de verano, un 23 de julio, se ha convertido en permanente, mientras fantasea con un liderazgo casi perpetuo. El «Manual de resistencia» que firmó él, escrito por Irene Lozano, sigue más vigente que nunca y quizá se convierta en un clásico de la literatura política. Ahora, Pedro Sánchez, según apuntan los que aseguran tener hilo directo con él, no tiene prisa y tampoco pondrá trabas a que Feijóo intente una investidura, que el socialista procurará aprovechar para destrozar parlamentariamente a su adversario, que solo podrá presumir de una victoria pírrica. Sánchez pactará lo que tenga que pactar y con quien lo tenga que hacer, pero seguirá al frente del Gobierno y su próximo objetivo es ser más longevo que Felipe González, que gobernó 14 años. Está convencido de que lo puede conseguir porque el PP –los datos y la historia lo avalan– nunca alcanzará una mayoría suficiente mientras Vox esté en liza. Fraga jamás lo logró y Aznar, en 1996, solo tras la desaparición del CDS (Centro Democrático y Social) y la unificación de todo el espectro a la derecha del PSOE. Los números están ahí y no mienten. Feijóo, el 23-J, vivió una pesadilla en lugar del sueño de una noche de verano anunciado. Intentará, de oficio, una investidura y no dará la espantada porque lo más razonable –y él lo sabe– es que continúe al frente del partido. En el PP los más optimistas creen que el nuevo Gobierno de Sánchez será breve, porque llegará el rigor en las cuentas públicas impuesto por Bruselas y el Frankenstein II no resistirá. No deja de ser otro sueño de una noche de verano, que ignora que Sánchez es «ese espíritu –político– de rango no común», que describió Titiana.