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Creativos como niños

La Razón
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Poniendo el broche final a la época de premios publicitarios que se acumulan en primavera y verano, esta semana se celebra en Madrid la XI Edición de El Chupete, Festival Internacional de Comunicación Infantil independiente y que este año llevará como lema la creatividad en niños y jóvenes. Además de premiar los mejores anuncios dirigidos al público infantil y destacar sus valores, durante el ocho y nueve de julio numerosos debates, conferencias y coloquios intentan analizar por qué la creatividad, tan presente y habitual en los niños, suele perderse en la mayor parte de los casos al crecer y llegar a la edad adulta.

Los niños han sido siempre uno de los recursos más empleados en la publicidad, pues su sola presencia transmite ternura, sinceridad, espontaneidad, simpatía, naturalidad, y muchos otros valores positivos. Incluso es mucho más fácil perdonar cualquier comportamiento negativo a un niño que mantiene la inocencia. También es cierto que se han cometido abusos en la utilización de niños en comunicación, aunque la ley de publicidad pone unos límites y normas muy claras y determina que sólo pueden aparecer en campañas de productos y servicios dirigidos a ellos. Anecdóticamente, no hace mucho un publicitario bromeaba por las dificultades que tenían para anunciar el Sorteo del Niño de Lotería Nacional sin que aparezcan niños.

Otro tema interesante es el análisis de la creatividad en los niños y los jóvenes, y reflexionar sobre cómo cuidarla, incentivarla y hacerla crecer. Cómo conseguir que la educación y la madurez sean incentivos que mejoren y potencien la creatividad, en vez de frenos que la limiten y recorten. La mejor publicidad siempre ha tenido algo de infantil, con esas ideas tan simples que cuando se ven parece que se le podían haber ocurrido a cualquiera. Pero, habitualmente, han sido fruto de muchísimo trabajo y esfuerzo, de descartar innumerables propuestas, hasta quedarse con la campaña que finalmente ve la luz.

Por eso, la frase de Pablo Picasso podría ser un excelente punto de partida para el festival El Chupete: «Desde niño pintaba como Rafael, pero me llevó toda la vida aprender a dibujar como un niño». Claro que hay que ser un genio para reconocerlo, y que todos valoren esa «creatividad infantil».