Spots de cine

Desde siempre la publicidad ha recurrido a directores de cine para rodar spots. Cuando hacen anuncios, los directores no sólo cobran un buen dinero por su trabajo, sino que muchas veces pueden rodar con presupuestos y medios técnicos muy superiores a los que disponen para sus largometrajes y proyectos más personales. Y las agencias y anunciantes intentan que el talento demostrado por los directores en sus largometrajes se traslade a sus anuncios.

Ahora mismo puede verse el divertido spot de ciencia ficción del limpiador KH7 rodado por Juan Antonio Bayona, que ironiza sobre las increíbles cualidades del producto y todo lo que hay en una simple gota del mismo, para terminar con Chus Lampreave en el papel de ama de casa tradicional asegurando que «funciona». Imágenes muy publicitarias dignas de un tráiler futurista de Hollywood, que se rompen de golpe con el sorprendente «gag» final y el plano del producto. La agencia Paradigma ha conseguido una gran continuación a la anterior campaña de la marca, que dirigió Bigas Luna con un estilo muy diferente, en su caso cargado de erotismo y sensualidad.

Muy distinta es la campaña en la que el director Álex de la Iglesia actúa como si estuviera preparando el guión de una película de romanos en la que quiere incluir un Mercedes. De la mano de la agencia Contrapunto BBDO, Mercedes Benz sigue en la estrategia de rejuvenecer la marca con breves historias, como otra protagonizada por el chef estrella Michelín de DiverXO, David Muñoz. El objetivo es intentar llegar a consumidores más jóvenes y dinámicos que los tradicionales compradores de la marca. Con humor, el propio Álex de la Iglesia recita el lema de la campaña, «Algo está pasando en Mercedes», y apostilla: «Esperemos que sea bueno».

Estos buenos ejemplos de vasos comunicantes entre cine y publicidad no suponen una garantía de buenos resultados, pues también está cercano el fiasco de Pablo Berger con la Lotería de Navidad, que además no tenía absolutamente nada que ver con la última película del director, la exitosa «Blancanieves» de cine mudo y en blanco y negro. Quizás ahí está la clave: si se recurre a un director de cine para rodar un spot hay que estar seguro de lo que se busca, y de que su estilo personal aporte y haga crecer la idea del anuncio. En caso contrario, posiblemente es mejor confiar en realizadores publicitarios sin tanto nombre y fama como algunos directores de cine largo.