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Insensateces

Trinos

La actriz ha dicho en Instagram que no es la misma persona que era entonces, que se han sacado de contexto algunas de sus opiniones y que no se han entendido sus sarcasmos ni sus humores

Entre el director de la película y la actriz nominada a los Óscar, «Emilia Pérez» tiene todo para desinflar sus candidaturas a la estatuilla de Hollywood sin la ayuda de nadie más. Y, si uno lo piensa seriamente, a nadie se le pide nada más que haga su trabajo cinematográfico de manera sobresaliente para optar a estos premios, pero sabemos que ahora, de un tiempo a esta parte, importa y mucho la imagen de cada uno de los nominados, lo que hacen, lo que dicen, lo que proyectan. Vivimos en una época del mundo en que la corrección política es fundamental, así que, ni Jacques Audiard (con sus comentarios sobre el idioma español ciertamente supremacistas) ni Karla Sofía Gascón en su perfil de Twitter, han trabajado a favor de que los académicos acudan a votarla sin prejuicios.

La actriz madrileña ha decidido cerrar su cuenta en X. Primero fueron los odiadores de guardia que la emprendieron con ella debido a su transexualidad y, en los últimos días, la atención se ha redirigido a una serie de posteos en sus redes sociales que ya tienen unos años. No hay un tema en el que Karla Sofía Gascón decidiera pasar de puntillas en aquella época, ni uno sólo. Opinaba con fuerza, sin ahorrar ni un sólo calificativo, sin embridarse ni un solo tono despectivo. La actriz ha dicho en Instagram que no es la misma persona que era entonces, que se han sacado de contexto algunas de sus opiniones y que no se han entendido sus sarcasmos ni sus humores.

A pesar de no haber comprendido sus ironías, me cuesta mucho trabajo disfrutar del rechazo que Gascón está recibiendo. Es verdad que no cae bien. No cayó bien desde el primer día. Llegaron noticias desde México sobre algunas declaraciones sobre el país que no gustaron allí y todo ese rumor negativo se fue acrecentando al aparecer en entrevistas aquí donde su actitud no era la más agradable de todas. Quizá tenga motivos para ser así; quizá necesite reivindicarse así; quizá esté harta. O quizá no quiera fingir. Pero todo eso tiene un precio. Lástima que lo tenga que aprender sufriendo y devaluando la necesaria defensa de su causa.