Canela fina
La única solución: elecciones generales
«Sánchez rechaza la convocatoria de elecciones generales; y sólo queda la moción de censura que tiene varias vías posibles»
Tras los primeros cien días de la nueva legislatura, especialmente disparatados, hay algo que queda claro para los analistas expertos y los columnistas más objetivos: España no tiene otra salida a la crisis galopante que la convocatoria de elecciones generales. Pedro Sánchez necesita para aprobar cualquier ley a los quince partidos de Sumar y a los cuatro separatistas, dos de extrema izquierda, Bildu y ERC, y otros dos de derechas, PNV y Junts. Estos últimos votan en favor del Frente Popular de Sánchez porque el presidente les allana el camino hacia la independencia, hincándose de rodillas ante sus exigencias.
No vale la pena detenerse en el caso Ábalos, a pesar de lo sustancioso que es y los problemas que está causando a varios ministros, al presidente e, incluso, a su mujer. El problema de los primeros cien días de la legislatura reside en la creciente debilidad de un Gobierno que debe tocar demasiados palos para subsistir. No se puede atender a la vez a las exigencias de tantos partidos y de tan complejo espectro ideológico. Desde el punto de vista democrático, Pedro Sánchez debería convocar elecciones generales para el próximo mes de abril. Los expertos en sanchismo afirman, sin embargo, que no lo hará. Pedro Sánchez aspira a permanecer en el poder los tres años y medio que restan a la legislatura, haciendo juegos malabares en Moncloa en un ejercicio de concesiones incesantes a los partidos que le arropan, cuatro de ellos abiertamente separatistas y claramente anticonstitucionales.
Como la única salida razonable a la crisis actual consiste en la convocatoria de elecciones generales, y Pedro Sánchez está cerrado a cal y canto, no queda otra vía que la moción de censura. La aritmética parlamentaria parte de una base sólida para hacer viable esa moción de censura: 171 escaños, los que ofrece Alberto Núñez Feijóo. Faltan cinco, que podrían ser aportados por el PNV o por Junts. Y también por Podemos y Coalición Canaria. Ni el PNV ni Junts ni Podemos aceptarán proponer presidente a Feijóo. Se trataría de nombrar presidente a un independiente, tal vez a un juez, quizás a un sindicalista de prestigio, que se comprometiera a la convocatoria inmediata de elecciones generales. Y que el pueblo español decida.
Luis María Anson,de la Real Academia Española.
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