Política

Desastre

Pedro Sánchez
Pedro Sánchezlarazon

Algún ministro anda preocupado y no le faltan razones, porque las expectativas de gobierno no son nada halagüeñas. Al final, todo depende de lo que hagan los independentistas de ERC y de sus intereses. Decir que su objetivo es que sus líderes salgan de la cárcel sería simplificar demasiado.En primer lugar, el partido de Oriol Junqueras se encuentra profundamente dividido entre los que quieren alcanzar un pacto con el PSOE y los que no están dispuestos. Las fuerzas de unos y otros son muy parecidas, ya ocurrió en el proceso fallido de aprobación de los presupuestos, que después del sí de Junqueras desde prisión, terminó siendo un voto en contra que dio lugar a la convocatoria de elecciones.Esquerra Republicana se debate entre el coste que tendría para ellos votar a favor de Pedro Sánchez y lo que podría ocurrir en unas eventuales elecciones. Las últimas produjeron una subida en JxCat y una caída en ERC.Por otra parte, Torra puede ser inhabilitado en los próximos días y lo previsible es que agite la situación mediante un encierro en la presidencia o algo similar, en ese contexto se hace aún más difícil el apoyo de los independentistas.Ni que decir tiene que los intereses de ERC están en el independentismo, pero también en gobernar Cataluña como primera fuerza política, para ello necesitarían el apoyo de Iceta y del PSC. Saben que si no favorecen la investidura de Sánchez, no habrá apoyo socialista en el Parlament.Pero, si los independentistas tienen una situación política de lidiar, más difícil la tiene el PSOE. La negociación con ERC está debilitando la imagen de los socialistas en el conjunto del país, pero lo peor es que, aunque consigan todos los votos necesarios para que Pedro Sánchez siga en la Moncloa, la situación de España seguirá siendo de ingobernabilidad.Prueba de ello fue el terrible espectáculo que se produjo hace unos días en el Congreso, cuando el ejecutivo consiguió sacar adelante la convalidación del decreto-ley aprobado en campaña electoral como una iniciativa "para evitar la república digital catalana” con los votos de Partido Popular y Ciudadanos, pero sin el apoyo de sus principales socios en este momento.Es un indicador de por dónde puede discurrir la legislatura. Las diferencias ideológicas entre PSOE y Podemos se van a hacer patentes en cada votación parlamentaria de calado y la lógica indica que lograr el apoyo de PP y Cs podrá ser puntual, pero no habitual. Sería de frenopático gobernar en coalición con quienes votan en contra de las iniciativas.Sánchez gestionó muy mal los resultados del 28A, pero está gestionando peor los del 10N. El balance es una amalgama de acuerdos con nacionalistas y regionalistas, Podemos en el gobierno y la investidura en la mano de los independentistas.Si mañana se produjesen elecciones, es muy probable que el PSOE perdiese un nutrido número de escaños. Todo apunta a un desastre de gobierno, por eso igual no hay convocatoria electoral para mañana, pero sí para pasado mañana.