Tamara Falcó carga contra la cabalgata del World Pride... por la estética

«La cabalgata del orgullo no me gusta nada por la estética. No porque tenga nada contra los gays. Al revés, tengo muchos amigos gays que comparten mi misma opinión», asegura.

Tamara Falcó, en un acto en el que ha ejercido de embajadora de los electrodomésticos LG, no tuvo reparos en dar su particular opinión sobe la celebración del World Pride en Madrid, la popular fiesta que toma el centro de la capital estos días y con la que la hija de Isabel Preysler no está muy de acuerdo.

«A mí la cabalgata del Orgullo no me gusta nada.No me gusta por la estética. No porque tenga nada en contra de los gays, es más, tengo muchos amigos gays, pero es que esos amigos comparten mi misma opinión. Entiendo lo que defienden, pero lo que no comparto es la estética. Si ellos consideran que así lo defienden... Cada uno defiende su casa como cree oportuno, pero yo no estoy de acuerdo. Jamás me veréis en una carroza», ha explicado una Tamara muy segura de sus palabras.

A pesar de sus férreas creencias religiosas, ha matizado estar de acuerdo con lo que persigue esta singular celebración en Madrid, pero no comparte el modo en el que se lleva a cabo.

Por suerte para ella, la hija del marqués de Griñón podrá mantenerse ajena a la locura que desata el Orgullo en la capital desde su residencia de Puerta de Hierro. En su casa no llegan los ecos de la multitudinaria fiesta que se organiza estos días y allí puede proseguir con su día a día. Un día a día que con el que está encantada. Tanto, que, de momento, no planea independizarse.

«La verdad es que mi madre pasa muy poco tiempo en casa y la suya es una vivienda muy grande y a mí me encanta estar ahí y estar acompañada. Cuando me independicé, a veces me sentía sola y ahora me gusta la sensación de tener cerca a mi familia. Creo que si me fuera de casa de mi madre sería para irme con amigos», ha declarado la diseñadora.