Profesionales al rescate de una sanidad «descontrolada»

Los sindicatos alertan de las consecuencias de una «mala gestión». Las protestas se recrudecen durante el último año

Faltan apenas dos semanas para que la gestión del hospital de La Ribera pase de nuevo a manos públicas y finalice una etapa de litigios entre la adjudicataria y la Administración autonómica; a la espera de la ampliación del hospital Clínico de Valencia, el centro vive uno de sus peores momentos asistenciales, con pacientes en los pasillos y profesionales desbordados; las listas de espera de algunas especialidades superan los seis meses; y el proyecto de la antigua Fe de Campanar se retrasa. La gestión de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, ha sido puesta en tela de juicio en reiteradas ocasiones durante el último año, especialmente, por parte de las agrupaciones sindicales, y en concreto de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las Administraciones públicas.

Un año lleva CSIF denunciando errores en la gestión de Montón y criticando la «dejadez» en asuntos que afectan a la salud de los valencianos.

Así, en febrero de 2017 el sindicato acusaba a la Conselleria de desmantelar el hospital de la Malvarrosa tras dejar inoperante el Servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP) y el de transfusión de sangre, que fue trasladado al Clínico.

Un mes más tarde, la agrupación sindical presentó un escrito ante Sanidad para urgir, tanto a la consellera como al director general de Recursos Humanos, a abordar la productividad variable que afecta a los empleados del departamento Llíria-Arnau. La central sindical reclamaba entonces «explicaciones sobre el contenido y pago de la productividad», y lamentaba la falta de reuniones con los trabajadores sobre este concepto.

Por esas mismas fechas, denunciaba también la precipitación de la empresa contratista en proceder a la limpieza de la cocina del hospital Doctor Peset de Valencia que provocó que dos empleadas de este servicio tuvieran que ser atendidas en urgencias por dificultades respiratorias.

En junio, pedía el traslado del consultorio auxiliar ubicado en la calle Chile, en Valencia, a un local con las condiciones adecuadas, ya que el recinto presentaba deficiencias en numerosas dependencias (fugas en bajantes de aguas fecales en el almacén, techos con humedades y goteras, y la presencia de mosquitos y cucarachas en los vestuarios).

En mayo, pacientes, trabajadores y estudiantes comenzaron una recogida de firmas en el hospital Doctor Moliner (Serra), apartado del casco urbano, a fin de recuperar la línea de transporte gratuito de Valencia, un servicio que existía hasta 2010 y que fue suprimido por los recortes. Seis meses después, se habían logrado más de 8.300 firmas de apoyo, pero se seguía sin respuesta de la Generalitat.

En el ámbito de las oposiciones, el pasado mes de diciembre, CSIF instaba a la Conselleria a informar con más antelación de las fechas de los exámenes de las Ofertas Públicas de Empleo de 2014, 2015 y 2016, pues el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) había publicado con apenas unas semanas de antelación y justo antes de Navidad, las fechas y listados de admitidos de los exámenes de enero. Tres meses antes, el sindicato ya había denunciado la misma situación.

«Caos» por falta de medios

En el apartado asistencial, el pasado mes de enero, la agrupación sindical denunciaba el colapso del servicio de urgencias del Hospital Clínico Universitario de Valencia, ya que se habían dado situaciones como la de medio centenar de camas habilitadas en pasillos y salas o la espera de más de treinta pacientes para ser ingresados en planta. CSIF lamenta aún hoy el «caos» que continúa produciéndose en el recinto hospitalario y alerta de la tensión que esta situación genera para los profesionales sanitarios, que no pueden atender con los medios requeridos a los pacientes ni ofrecer el servicio con la calidad necesaria. Por ese motivo reclama con urgencia la contratación de más profesionales y la disponibilidad de un espacio mayor para instalarlos.

El sindicato ha exigido muchas veces el aumento de la plantilla en varios departamentos sanitarios. Así, por ejemplo, hace apenas un mes, reclamaban al Departamento de Montón un aumento de la plantilla para el servicio de Urgencias del hospital Lluís Alcanyís, en Xàtiva. La central sindical explicó que la cifra de pacientes atendidos aumentó un 15 por ciento en 2017 respecto a 2012. No obstante, el personal médico es el mismo que en 2007.

En el apartado positivo, el pasado mes de diciembre, tras un recurso interpuesto por CSIF, el Tribunal Supremo ratificó la anulación del decreto de jubilación forzosa en Sanidad que el TSJ había dictado. El tribunal consideró «inconsistente» el recurso de la Generalitat, lo desestimaba y le imponía el pago de 3.000 euros en costas. Así, quedaron invalidadas aquellas jubilaciones forzosas llevadas a cabo desde la entrada en vigor del Decreto 136/2014.

Una alegría judicial que hace unos días compartió el Sindicato de Médicos de Asistencia Pública (Simap) tras conocerse que un Juzgado de Valencia había fallado contra el nombramiento de sustitución por bolsa de trabajo de la Conselleria de Sanidad, por el que todo aquel que se encuentre trabajando fuera de esta no puede figurar como «disponible» en sus ofertas de trabajo.

«Falta de vigilancia»

El fallo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 8, fechado el 9 de marzo y hecho público por Simap, anuló la contratación realizada el 10 de mayo de 2016 en una plaza de Facultativo Especialista de Psiquiatría y reconocía el derecho del demandante a ese contrato ofertado y al abono de las diferencias retributivas dejadas de percibir más los intereses legales.

Un ejemplo de la «falta de vigilancia del cumplimiento de este artículo por parte de Sanidad», señalaron desde esta agrupación sindical.

Todas estas situaciones llevan al presidente autonómico de CSIF Comunitat Valenciana, Daniel Matoses, a considerar que «el sistema sanitario continúa siendo muy bueno gracias al excelente trabajo de los profesionales y a pesar de la nefasta gestión de la Conselleria, que carece de iniciativas positivas, destaca por su descontrol y por una manifiesta falta de capacidad por parte de sus dirigentes».