Buenos Aires

¿A las puertas de un cambio?

La Razón
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l ¿Cómo se ha mostrado en nuevo Papa en su primera homilía?

–Como un Pontífice muy cercano. Próximo al pueblo y a los propios cardenales con los que tiene compartir el Gobierno de la Iglesia. Cuenta con ellos y les anima a seguir adelante con la evangelización. Cercano y consciente de su tarea, no es una disminución del sentimiento.

l ¿Tiene rasgos de buen comunicador?

–Sí, al principio, nada más saludar, se quedó un poco parado, quizás impresionado al ser consciente de la multitud que le esperaba. Sintió la responsabilidad del ser el Pastor de un rebaño muy grande, pero conectó con la gente de inmediato. Antes de dar la bendición, pidió que orasen por él y se inclinó. Pidió la bendición de Dios a través del pueblo, un gesto que le situó en un plano como una buena persona servicio de los fieles y que cuenta con ellos.

l ¿Se aprecia ya una personalidad diferente a la de su antecesor?

–Los dos son bastante humildes y es verdad que Benedicto XVI fue ganando popularidad con el tiempo, pero le costaba más mostrar esa cercanía, esa calidez. Fue una persona escondida. Francisco está más acostumbrado porque en Buenos Aires le veían por la calle y le trataban con cercanía.

l ¿Cree que ya se pueden vislumbrar cambios en la Iglesia por su modo de mostrarse al mundo?

–Quizás se produzca una acermiento de lo que supone un Papa a los fieles. Orientará su papado en modos más austeros y sencillos.