Iglesia Católica

«Ad multos annos»

La Razón
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¿Qué esperan unos padres de su hijo recién nacido? ¿Qué futuro sueñan para él? Es normal que unos padres quieran lo mejor para su hijo. Esperan de él que sea un hombre o una mujer de bien, que haga una carrera, que tenga fortuna, que forme una familia con una esposa o un marido bueno. Todo esto entra dentro de lo razonable.

A pocos padres se les ocurre pensar que, el día de mañana, su hijo será el Papa. Por eso, aquel 17 de diciembre de 1936, cuando nació Jorge María Bergoglio, nadie podía esperar que ese niño llegaría a ser el Papa Francisco.

Detrás de cada nacimiento hay ya una historia que sólo conoce Dios. Y que, sólo con el paso del tiempo, uno es capaz de dar sentido. A mí me gusta compararlo con las piezas de un puzle. Las piezas separadas son un conjunto informe, pero según vamos colocando cada uno en su sitio, la imagen va apareciendo cada vez más nítida. Así es la vida de cada persona. Hay acontecimientos, decisiones que tomamos, caminos que elegimos que, en ese momento, parecen inconexos, pero cuando pasa el tiempo y los vemos en su conjunto, podemos descubrir en ellos la mano de Dios que nos ha ido guiando. Me imagino que el Papa, a lo largo de su vida, tomaría determinadas decisiones, unos amigos, unos estudios, elegir entregar la vida a Dios en la Compañía de Jesús... Todas esas decisiones eran piezas que iban a formar una imagen, la del Papa Francisco.

La vida del Papa Francisco se ha ido forjando con sucesivas llamadas de Dios. Sin embargo, ante cada una de esas llamadas, también ha habido una respuesta libre de un hombre que siempre y en todo ha querido y quiere discernir esa llamada.

Cuentan que, cuando el Papa León XIII cumplió los ochenta años, un cardenal, al felicitarle, le dijo: «Santidad, que le veamos cumplir los noventa», a lo que el Papa, con una sonrisa en los labios, respondió: «¿Por qué ponerle puertas al Espíritu?» Así pues, no pongamos límites a la acción del Espíritu Santo. «¡Ad multos annos!» Santo Padre.

*Profesor de la Universidad Eclesiástica San Dámaso