Religion
Chile estudia citar al Papa por el escándalo de abusos
Francisco acusó a algunos obispos de destruir pruebas y el fiscal que instruye el caso se plantea pedir su declaración.
Estos días el episcopado chileno está reunido para abordar la peor crisis de su historia y una de las más graves de la Iglesia
El caso de los abusos sexuales en Chile por parte algunos miembros del clero y el encubrimiento que de ellos hicieron ciertos obispos –algunos ya han sido apartados por el Papa– sigue dando que hablar.
Ahora es la Justicia chilena la que se estaría planteando pedir la declaración de Francisco sobre la destrucción de archivos de la Iglesia en este país para ocultar los casos de abuso sexual. Ha sido el fiscal que lleva el caso, Emiliano Arias, el que ha dicho de manera pública que está considerando esta posibilidad. Sin embargo, también sostiene que las diligencias que va a efectuar «no me gusta anunciarlas por la prensa». Arias, además aclaró que estos días se está determinando «qué en concreto y específico vamos a solicitar».
Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Fernando Ramos, respondió al fiscal diciendo que si «quiere conocer algunos procesos que están en posesión de la Santa Sede, tiene que hacerlo» por la vía de un exhorto internacional. A todo esto se suma que hace tan solo unos días, la Fiscalía chilena citó a declarar como imputado al cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago, por el presunto encubrimiento de abusos. Poco después, el purpurado reiteró su «compromiso y el de la Iglesia de Santiago con las víctimas, con la búsqueda de la verdad y con el respeto a la justicia civil». Sobre este asunto, el secretario de los obispos de Chile mostró su convicción de que «el cardenal Ezzati no encubrió ningún delito».
Las palabras del fiscal que lleva el caso coinciden a su vez con una reunión especial de todos los obispos, que comenzó el domingo y durará hasta el viernes. El objetivo de este encuentro es, «a partir del análisis de las causas y raíces de la actual situación que vive la Iglesia, definir los caminos a seguir a nivel nacional y algunos alineamientos generales y específicos para las diócesis».
Lo que está claro es que la Iglesia en Chile se encuentra sumida en una profunda crisis, la peor de su historia y una de las más preocupantes de la Iglesia universal. Pero, desde hace tiempo, el Papa Francisco está actuando con mano férrea en lo relativo a los casos de abusos por parte de los miembros del clero.
Sin ir más lejos, el pasado sábado, apartó del colegio cardenalicio al que fuera obispo de Washington, Theodore McCarrick, acusado de abusar a un menor hace más de 50 años. Y aunque el hasta hace poco cardenal ha reiterado su inocencia en varias ocasiones, el Pontífice no se ha retractado. Además, le será impuesto un lugar para que permanezca el resto de sus años llevando una vida de oración y de penitencia. El de McCarrick es, hasta la fecha, el mayor castigo impuesto por la Santa Sede tema de abusos sexuales.
Paralelamante a ello, la Fiscalía chilena investiga a un total de 158 personas relacionadas con el clero en el marco de 144 casos de supuestos abusos contra 266 víctimas desde el año 2000. Y puede que Bergoglio tenga que dar cuenta de ello.
«El camino a la Santidad no es para vagos»
Francisco se reunió en la tarde de ayer con más de 60.000 monaguillos provenientes de varios países del mundo, a los que animó a ser santos. «El camino hacia la Santidad no es para perezosos», dijo el Pontífice al responder a una de las preguntas que le hicieron. «Para hacer el bien y ser santos hay que esforzarse», añadió, y recordó que el principal mandamiento es el amor.
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