Roma
El preservativo, «un mal menor» contra el zika
Como suele ser habitual en las entrevistas que concede en el vuelo de vuelta de sus viajes apóstólicos, ayer el Papa Francisco tampoco se mordió la lengua ni evitó contentestar con claridad a preguntas que pudieran parecer incómodas. Una de ellas fue sobre la preocupación sobre la expansión en países latinoamericanos del virus zika y el riesgo que tiene para las mujeres embarazadas. Se le cuestionó sobre si el aborto o el preservativo para evitar embarazos en ese entorno son un mal menor y Francisco entró fuerte: «El aborto no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un cirmen, un mal absoluto».
El registro cambió cuando se habló del que sí considera un mal menor: el uso de anticonceptivos para evitar embarazos. Recordó que Pablo VI permitió a las monjas en África utilizarlos para los casos en los que fueran violentadas. Y añadió: «Evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como éste, como el que he nombrado de Pablo VI, era claro». En cualquier caso, insistió en que no se puede confundir el mal de evitar el embarazo con el aborto, pues el segundo «no es un problema teológico, es un problema humano, es un problema médico. Se asesina a una persona para salvar a otra en el mejor de los casos. Va contra el juramento hipocrático que los médicos deben hacer. Es un mal en sí mismo».
Del mismo modo, Francisco entró a comentar, una vez más, el tema de la pederastica, que en México, como en otros países, se cobró muchas víctimas. Fue muy claro con el papel de los jerarcas en estos casos: «Sí, un obispo que cambia un sacerdote de parroquia cuando se detecta pederastia es un inconsciente, y lo mejor que puede hacer es presentar la denuncia. ¿Clarito?». Y fue especialmente duro con los sacerdotes que cometieron los abusos, pues lo que hicieron «es una monstruosidad, porque un sacerdote está consagrado para llevar un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico. Lo destruye».
Bergoglio no perdió la oportunidad para reconocer la labor del Papa emérito Benedicto XVI, «el hombre –dijo– que luchó en momentos que no tenía fuerza para imponerse hasta que se logró imponer». «Lo quiero recordar porque a veces nos olvidamos de estos trabajos escondidos que fueron los que prepararon los cimientos para destapar la olla».
Otro de los temas que surgieron en la conversación entre el Papa y los periodistas fue la amistad que mantuvieron Juan Pablo II y la filósofa americana Anna Teresa Tymieniecka, reflejada en un intercambio de cartas. «¿Un Papa puede tener una relación tan íntima con una mujer?», le cuestionaron. «Diré que un hombre que no sabe tener una buena relación de amistad con una mujer es un hombre al que le falta alguna cosa. (..) Una amistad con una mujer no es pecado. Una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer es pecado. ¿Entendido? Y el Papa es un hombre, tiene necesidad incluso del pensamiento de las mujeres y también tiene un corazón que puede tener una amistad sana con una mujer. Hay santos amigos, Francisco y Clara, Santa Teresa y San Juan de la Cruz. ¡No hay que asustarse!», contestó.
En otro orden de cosas, el Papa habló de uno de los temas que más le preocupan: la familia. Y dentro de ésta, aquellas familias heridas y la preparación al matriomonio. Tras anunciar que el documento que está preparando y que será una respuesta a los dos sínodos sobre la familia que se han celebrado en 2014 y 2015 se hará público antes de la Pascua, Bergoglio se refirió a los divorciados vueltos a casar, uno de los temas más recurrentes en los últimos tiempos. «Integrar en la Iglesia no significa conceder la comunión. Yo conozco a católicos casados en segundas nupcias que van a la iglesia tres o cuatro veces al año y quieren comulgar como si fuera un título adquirido. Todas las puertas están abiertas, pero no se puede decir que estas personas pueden comulgar. Esto sería una herida, también para los matriomonios, porque esto no los haría proceder por el camino de la integración», afirmó.
Tras afirmar esto, se refirió al matrimonio que contó sus historia en el encuentro que mantuvo con las familias en Tuxla: «Eran felices. Usaron una expresión muy linda: ‘‘Nosotros no comulgamos en la eucaristía, pero sí estamos en comunión cuando visitamos a hospitales y compartimos cosas’’. Su integración es esa. Si hay algo más, lo dirá el Señor. Es un camino».
La OMS aconseja abstinencia
En una guía sobre «La prevención de la potencial transmisión sexual del zika», la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las personas que viven en esas áreas las áreas epidémicas «deberían considerar prácticas sexuales seguras o abstenerse de la actividad sexual», sin precisar por cuánto tiempo. Estos consejos se basan en el hecho de que la mayoría de infecciones de zika son asintomáticas y que la transmisión sexual del virus podría ser posible, aunque la evidencia de esto se limita a unos pocos casos. Las recomendaciones iniciales de la OMS en materia sexual se dirigían sobre todo a las mujeres embarazadas por la sospecha que existe de que el zika esté relacionado con el aumento de casos de microcefalia en recién nacidos en Brasil y del Síndrome Guillain Barré.
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