País Vasco
El Papa cierra el caso de abuso sexual en un colegio vizcaíno
El Papa Francisco ha ordenado cerrar el caso de los presuntos abusos sexuales de un antiguo profesor del colegio vizcaíno Gaztelueta a un alumno del centro, ocurridos hace ocho años, al considerar que "no han sido probados". La Dirección del centro, ubicado en Getxo y perteneciente al Opus Dei, ha colgado hoy un comunicado en su página web en el que hace público que ha recibido una notificación del Vaticano con dicha resolución, informa Efe.
En la nota se destaca que el Papa también ha ordenado "restablecer el buen nombre y la fama del acusado, sin que proceda adoptar, ulteriormente, ninguna otra medida en relación a la citada persona".
Se precisa también que se ha llegado a esta conclusión tras una "amplia"investigación, que ha incluido "un minucioso análisis super actis, valorando los numerosos documentos públicos y privados", así como otros testimonios y entrevistas a diversas personas.
La resolución de la Santa Sede confirma, según indica el colegio, las conclusiones de las investigaciones del propio centro y las llevadas a cabo por la Inspección de Educación del Gobierno Vasco, Fiscalía de Menores y Fiscal Superior del País Vasco.
Por su parte, Leticia de la Hoz, abogada de la familia del joven que denunció haber sufrido abusos por parte de un antiguo profesor del colegio Gaztelueta de Leioa (Vizcaya), se ha mostrado "asombrada"por el anuncio de que el Papa Francisco haya cerrado el caso de los supuestos abusos, ya que "no ha habido ninguna investigación"por parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, la letrada ha señalado que la familia del joven está "asombrada"porque no ha recibido ninguna comunicación por parte de la Santa Sede ni por parte del tribunal de la Congregación para la Doctrina de la Fe informándoles de que se cierra el caso.
"Estamos asombrados porque no ha habido ninguna investigación. La única información que recibimos fue la carta escrita de puño y letra del Santo Padre diciendo que ponía el caso en manos del Tribunal para la Doctrina de la Fe. Yo lo que hice fue solicitar que me dejaran a asistir a mí y a la familia en condición de letrada, necesitaba una habilitación especial para ello y todavía no me han contestado si me habilitan o no", ha relatado De la Hoz.
Asimismo, ha explicado que, en el caso de que no la habiliten, se le tiene que facilitar a la familia que puedan poner a otro abogado que sí que les pueda representar, y "ahí nos hemos quedado, son todas las noticias que tenemos". "No tenemos noticia de que haya habido ninguna investigación ni nada", ha insistido.
Tras mostrar sus dudas sobre que se haya investigado algo sobre el caso, ha apuntado que habrá sido en el entorno del presunto agresor, no de la supuesta víctima. "Los informes periciales, los que nosotros hemos presentado, no se han ratificado, los especialistas, los psicólogos que han tratado al niño, los psiquiatras. No han tomado declaración al niño ni al entorno de niño porque todavía no hemos iniciado el proceso de prueba en el tribunal", ha detallado.
La abogada ha indicado que el único contacto que hubo es que dos representantes de la Conferencia Episcopal se pusieron en contacto con la familia. Ella, como letrada de ésta, se puso en contacto con los representantes eclesiásticos y les pidió si podía estar presente en esa declaración en calidad de abogada y le respondieron que no, ya que se trataba de una entrevista "informal"en la que lo único que iban a hacer era transmitir a la familia el interés del Santo Padre en esclarecer estos hechos y que cuando se iniciara el proceso ya se pondrían en contacto con la letrada.
Por tanto, ha aseverado que "investigación formal, declaración del niño, no ha habido". "La familia está profundamente sorprendida pero, a pesar de ello, ha transmitido que sigue confiando en el Santo Padre y en cumplir su palabra de investigar los hechos", ha agregado.
La Inspección de Educación emitió un informe en su día sobre acoso escolar en el que se decía que no era competente para investigar la denuncia sobre presuntos abusos sexuales al menor y recomendaba a la familia que lo pusiera en conocimiento de la Fiscal de Menores.
La abogada ha relatado que "por aquel entonces el psiquiatra del niño señaló que éste no estaba en condiciones de iniciar un proceso judicial y, ahora que es mayor se edad y se encuentra un poco mejor, hemos presentado la querella por abusos sexuales y hemos dejado aparte el acoso escolar, que ese tema ya está cerrado". "Está presentada la querella en el juzgado de Getxo. Estamos en fase de investigación practicando pruebas. Está todo en estado muy embrionario", ha precisado.
Tras insistir en que los tribunales eclesiásticos "no han tomado declaración al niño ni han investigado absolutamente nada", ha mostrado sus dudas de el Papa haya decidido cerrar el caso. "Me resulta difícil de creer que un caso se cierre sin estar abierto", ha insistido.
Por último, ha manifestado que el proceso penal sigue su curso, la familia confía en la justicia y también confía en el Santo Padre y en la palabra de que va a investigar los hechos.
La decisión del Papa de investigar canónicamente este caso se difundió el pasado 2 de octubre al publicarse una carta, con fecha de diciembre de 2014, remitida por Francisco a la familia de la supuesta víctima en la que les informaba de la instrucción religiosa del caso.
Los padres del menor habían escrito previamente al Papa Francisco y le habían relatado los abusos sexuales que había sufrido su hijo en ese colegio.
El caso se hizo público en enero de 2013, cuando el padre de la víctima habló con varios medios de comunicación y criticó la falta de respuesta oportuna por parte del colegio, donde "lo negaron todo, porque quieren tapar la mala imagen del centro", reprochó entonces el padre. Según relató, los presuntos abusos sexuales por parte del profesor, que es laico según ha precisado hoy el Obispado, se cometieron en los cursos 2008-09 y 2009-10, cuando su hijo cursaba primero y segundo de Enseñanza Secundaria y tenía 12-13 años.
Tras conocer lo que ocurría en la primavera de 2011, la familia decidió no denunciar los hechos hasta que el estado anímico del joven le permitiese afrontar un proceso legal, lo que ha hecho en la actualidad con una querella en un juzgado de Getxo, cuya instrucción continúa abierta.
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