Colombia

El Papa pide medidas eficaces contra la «esclavitud» del trabajo infantil

El Papa Francisco ha pedido a la comunidad internacional adoptar medidas más eficaces contra el trabajo infantil, que es una "verdadera esclavitud", al finalizar la audiencia general ante 70.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Así, Francisco ha recordado que este miércoles se celebra en todo el mundo la jornada mundial contra el trabajo de menores, que hace "referencia particular a la explotación de los niños en el trabajo doméstico"y que el Papa ha calificado como "un fenómeno deplorable en aumento constante, especialmente en los países pobres".

En esta línea, el Pontífice ha remarcado que "hay millones de menores, niños que son víctimas de esta forma escondida de explotación que implica frecuentemente también abusos, maltratos, y discriminaciones"y ha insistido en que "es una verdadera esclavitud".

Además, ha solicitado a la comunidad internacional "adoptar medidas más eficaces para enfrentar esta auténtica plaga"y ha insistido en que "todos los niños deben poder jugar, estudiar, rezar

y crecer, en las propias familias, en un contexto armónico, de amor y de serenidad".

"Es su derecho y nuestro deber", ha señalado el Papa, que ha añadido que "una infancia segura permite a los niños mirar con confianza la vida y el mañana". "`Ay! del que ahogue el entusiasmo alegre de la esperanza", ha remarcado.

Por otro lado, ha reflexionado en el concepto de Iglesia como 'pueblo de Dios' y ha explicado que "Dios no es propiedad de ningún pueblo"sino que "más bien es El quien llama a todos, sin distinción,

y en El todos son uno".

En este sentido, el Papa ha precisado que se forma "parte de este pueblo por un nuevo nacimiento, el bautismo, y a través de la fe, que es don de Dios"que siempre se debe cultivar. Además, ha explicado que la ley "es ciertamente el amor, que significa reconocer a Dios como único Señor y al prójimo como un verdadero hermano", por lo que "la misión de este pueblo es llevar al mundo la esperanza y la salvación de Dios y ser signo de su amor por todos".

En su saludo a los peregrinos de lengua española, se ha detenido en particular a los grupos provenientes de España, Argentina, México, Puerto Rico, Costa Rica, Colombia y los demás países latinoamericanos

y les ha invitado a "acoger la llamada de Dios a pertenecer a su pueblo; a hacer crecer la fe recibida en el bautismo; a vivir la ley de la caridad; a proclamar con convicción que Dios es más fuerte que el mal y que juntos es posible iluminar el mundo". "Si nuestra vida refleja a Cristo y vivimos en comunión con El", ha concluido.