Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, viernes 25 de agosto? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

En el santoral de este 25 de agosto se conmemoran varios santos y beatos, aunque destacamos la historia de San Juan Bautista

El Museo del Prado expone por primera su 'San Juan Bautista' atribuido recientemente a Tiziano
El Museo del Prado expone por primera su 'San Juan Bautista' atribuido recientemente a Tizianolarazon

El santoral católico es una lista de santos y beatos que la Iglesia católica conmemora oficialmente en diferentes fechas a lo largo del año. Cada día del calendario litúrgico está vinculado a uno o varios santos, que son recordados en las misas y en las oraciones de los fieles. La tradición de celebrar el santoral se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando se comenzaron a venerar a los mártires y otros personajes considerados ejemplares por su vida y su testimonio de fe.

En el santoral del 25 de agosto se conmemoran varios santos y santas destacados en la historia de la cristiandad, como San Adelfo de Metz, Santa Basila de Sirmio, San Mederico de Autun, Santa Sabina de Roma, San Sebbo de Inglaterra, Santa Teresa Bracco, San Víctor de Nantes, y los beatos Bronislava de Cracovia, Constantino Fernández Álvarez, Domingo Jedrzejewski, Edmundo Ignacio Rice, Francisco Monzón Romeo, Luis Vulfilocio Huppy, María de la Cruz Jugan, Ricardo Herst y Sancha Szymkowiak. Todos ellos demostraron que siempre podemos encontrar la fuerza para mantenernos fieles a nuestros principios, aun frente a la persecución y la adversidad, como hicieron ellos. Desde el periódico LA RAZÓN, este jueves destacamos el santoral de San Juan Bautista:

¿Quién fue San Juan Bautista?

El Evangelio de San Lucas comienza su narración con el nacimiento de San Juan Bautista y las circunstancias que lo rodearon. Isabel era estéril y muy anciana, pero su gran deseo de ser madre fue escuchado por el ángel Gabriel, quien anunció a Zacarías que su esposa Isabel tendría un hijo. Todas estas circunstancias destacan el papel que se atribuye a San Juan Bautista como prefiguración de Jesucristo y anunciador de su venida, un papel reconocido por la doctrina cristiana.

Las inquietudes espirituales y religiosas de Juan Bautista lo impulsaron a liderar una de las muchas sectas y comunidades judías relacionadas con los esenios, como los saduceos, fariseos y celotes, quienes esperaban la llegada del Mesías. Hacia el año 28, Juan el Bautista comenzó a ser conocido públicamente como profeta; su actividad se desarrolló en el bajo valle del río Jordán, donde el grupo de los bautistas -caracterizado, sobre todo, por dar una especial importancia al rito bautismal- llevaba una vida ascética en mitad del desierto.

En sus sermones, que fueron muy populares, Juan instó a la gente a arrepentirse basándose en las enseñanzas de los antiguos profetas de la Biblia. Juan bautizó a muchos judíos para prepararlos espiritualmente para la llegada del Mesías. El arrepentimiento que predicaba no debía ser solo un acto externo y ritual, sino que debía implicar un cambio real en la forma de vivir y actuar. Poco después de empezar su ministerio, Jesús de Nazaret recibió el bautismo de Juan. Al principio, Juan no quería hacerlo y le dijo a Jesús: "soy yo quien debería ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?". (Evangelio de San Mateo, 3:14).

'La decapitación de San Juan Bautista', de Caravaggio en la Concatedral de San Juan, La Valeta
'La decapitación de San Juan Bautista', de Caravaggio en la Concatedral de San Juan, La ValetaNasrin Zhiyan

El mensaje mesiánico del Bautista causó inquietud entre las autoridades de Jerusalén, lo que llevó a la encarcelación de Juan por Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, a quien había denunciado por sus inmoralidades. San Marcos relata en su Evangelio (6:14-29) la muerte de San Juan Bautista: Salomé, la hija de Herodías (esposa de Herodes Antipas), pidió al tetrarca, por indicación de su madre, la cabeza del profeta, que le fue servida en una bandeja.