Alcalá de Henares
Una fiesta de la familia ante el «maltrato» político
«Nunca la familia natural ha sido tan maltratada como los últimos años». Con estas palabras, el obispo de Alcalá de Henares y presidente de la subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española,Juan Antonio Reig Pla, reivindicó la necesidad de proteger a la institución que considera la institución vital para el futuro de la sociedad. Así se expresó ayer, durante la presentación de la Misa de las Familias, que se celebrará el próximo domingo 29 de diciembre en la Plaza de Colón de Madrid. «Ya hemos superado la esclavitud y ahora hay que superar la destrucción de la vida humana», explicó Reig Pla al ser preguntado por la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno: «Me gustaría que España fuera el país donde más se respete la vida humana y donde no se destruya nunca una vida inocente, además de apoyar a las madres». Esta reflexión, unida a la crisis demográfica de nuestro país, lamentó que «no se gaste dinero» en potenciar la natalidad, aunque subrayo que este problema «no se arregla simplemente con incentivos económicos, bienvenidos serían». «Nuestro país está sumido en una pendiente hacia abajo. No hay futuro sin hijos», añadió-
También hizo referencia a los cambios en el Código Penal que permitirá la celebración de bodas y divorcios ante notario, calificando este hecho de «maltrato» al «privar de relevancia pública la unión matrimonial derivándola a un acto a resolver privadamente en un despacho».
Con esta realidad presente, el obispo de Alcalá invitó a participar en la multitudianria eucaristía para «hacer visible una multitud de matrimonios que, a pesar de las dificultades de la crisis continúan aportando a España el bien de la fidelidad conyugal, la estabilidad de sus familias y la muchedumbre de sus hijos». El encuentro que llevará por lema «La familia es un lugar privilegiado. Familias para el mundo» arrancará con el anuncio del «kerigma» en la voz de Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal. De hecho, esta intervención será el punto de partida para el envío de un centenar de familias de esta realidad eclesial a evangelizar el continente asiático. «La celebración no tiene que ver nada con la reforma de la ley del aborto, el corazón del encuentro es la misión», subrayó por su parte el delegado de familia de la archidiócesis de Madrid, Fernando Simón. Tras el éxito del año pasado de la adoración ininterrumpida en una de las carpas de la Plaza de Colón, este año las familias podrán entregar a los pajes de los Reyes Magos sus deseos y preocupaciones para que las monjas contemplativas de Madrid lleven a la oración estas intenciones a lo largo de 2014.
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