Fútbol
Dos semifinales de infarto
Tottenham - Liverpool. Esa será la final de la Champions en el Wanda Metropolitano el próximo 1 de junio. Dos semifinales de infarto, en las que pasaron los dos equipos que no se presentaban como favoritos en sus respectivas eliminatorias, y menos tras los partidos de ida. Qué bonito es el fútbol, qué bonita es la Champions, y qué difícil es ganarla.
Barcelona 3 - 4 Liverpool
El resultado del Camp Nou había sido, cuanto menos, abultado. El Liverpool ganó al Barça en todo menos en los goles y por eso sorprendió que Valverde optara por hacer el mismo juego en la vuelta. No es culpable Valverde, que tal vez no estuvo muy acertado en el planteamiento, ni tampoco es culpable Arturo Vidal, la sorpresa en ambas alineaciones, pero que fue el único que le dio al Barça lo que más le faltó en Anfield: garra. A los mejores equipos no sólo les define la calidad, sino también las ganas, la lucha, la mentalidad. El Barça no tuvo eso, Messi no tuvo eso. El cuarto gol del Liverpool dejó la sorpresa en todos los que estábamos viendo el partido. No encajaba en la cabeza de nadie que el Barcelona estuviera tan fuera del partido en el momento más determinante de su temporada hasta ese día. Digamos que al final, ganó el fútbol, y ganó el Liverpool de Klopp , que sin Salah se metió en la final tras firmar una remontada que pasará a la historia de la competición de clubes más deseada por todos. Los culés tendrán que esperar a otra ocasión para celebrar en Cibeles. A veces, tanta euforia antes de tiempo, puede volverse en tu contra.
Tottenham 3 - 3 Ajax
Los Spurs estarán en la primera final de su historia tras eliminar al equipo revelación de esta temporada. El Ajax había eliminado al vigente campeón, a la Juve de Cristiano Ronaldo, y se presentaba como favorito para estar en la final de la Champions. Pero no hay que olvidarse de lo que hizo el Tottenham: ganó 4-0 al Dortmund en octavos y ya obró un milagro eliminando al City de Guardiola en cuartos, con un 1-0 en White Heart Lane y un fascinante 4-3 en el Etihad Stadium. El Ajax había ganado 0-1 en la ida, y al descanso en Amsterdam, la eliminatoria iba 3-0 para los holandeses. En 45 minutos, el mejor Lucas Moura decidió que la final en el Wanda iba a ser cosa de ingleses. El brasileño marcó en el 55 y en el 59, dejando a su equipo a un gol de la gran final. Tercero de Lucas en el 95, y otra remontada histórica en esta Champions. La euforia de Kane, que tuvo que ver el partido desde la grada por lesión, y las casi lágrimas de Pochettino cuando el árbitro pitó el final, podrían repetirse dentro de tres semanas en Madrid.
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