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La Dieta Mediterránea para frenar cambio climático

Los alimentos de origen vegetal o ricos en cereales, entre otros, ayudan a generar una menor cantidad de residuos contaminantes

El abandono de la dieta mediterránea podría llevar a una inflamación celular origen de otras enfermedades, según experta
Un estado nutricional inadecuado o bajo en folatos se asocia con un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectallarazonSYNLAB

“Las dietas basadas en alimentos de origen vegetal, ricas en cereales, legumbres, frutas, verduras y hortalizas, como lo es la Dieta Mediterránea, generan una menor cantidad de residuos contaminantes, gases de efecto invernadero y un menor impacto sobre el medioambiente que las dietas ricas en alimentos de origen animal o altamente procesados”, así lo ha señalado la catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo, Elena Alonso durante celebración de la festividad de la Patrona de la Facultad de Farmacia, la Inmaculada Concepción, en la que ha impartido la lección magistral ‘Hambre y malnutrición... cuando hay pan para todos. Paradojas de la nutrición’.

Alonso ha afirmado que “las dietas sostenibles, respetuosas para el ecosistema y la biodiversidad optimizan los recursos humanos y naturales”. En este sentido, la catedrática ha subrayado también que las mismas “contribuyen, a su vez, a la seguridad alimentaria y a un estilo de vida saludable para las generaciones actuales y las futuras”. Además, ha apuntado que “si se potencia el consumo de producto local y de temporada, crecen las oportunidades de reducir factores asociados al cambio climático”. En cuanto a la importancia de seguir una dieta equilibrada, la profesora Alonso ha alertado de la necesidad de consumir diferentes tipos de vitaminas para la prevención de enfermedades crónicas degenerativas como las cardiovasculares, el cáncer, el síndrome metabólico, la diabetes, la osteoporosis, el deterioro cognitivo y la depresión.

Además, ha explicado que la deficiencia en ácido fólico da lugar a una anemia megaloblástica, que hoy en día sigue siendo una enfermedad frecuente. Según los estudios epidemiológicos, un estado nutricional inadecuado o bajo en folatos se asocia con un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal, por lo que cabría pensar que un aporte mayor de la vitamina podría prevenir la aparición de la enfermedad.