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Una alerta electrónica para evitar 50 trasplantes de hígado

Establecer un sistema de aviso por edad en primaria permitiría detectar casi 60 veces más pacientes con hepatitis C crónica no diagnosticados

El 30 por ciento de los infectados logra eliminar el virus espontáneamente, sin tratamiento alguno
El 30 por ciento de los infectados logra eliminar el virus espontáneamente, sin tratamiento algunolarazonDreamstime

Tan sencillo como que cada vez que un paciente nacido entre los años 1955 y 1975 acuda a una consulta de atención primaria, por cualquier motivo, aparezca una alerta electrónica que avise al médico para que solicite una serología de hepatitis C. Ésa es la sencilla medida que han puesto en marcha en el Hospital Marina Baixa de Villajoyosa con el fin de detectar a la población infectada por el virus de la hepatitis C (VHC) que desconoce su estado y así lograr la eliminación de esta enfermedad.

Como parte de ese objetivo de localizar a personas no diagnosticadas Antonio García-Herola, jefe de Sección de Aparato Digestivo de dicho centro, con la colaboración de Gilead, ha llevado a cabo un estudio farmaeconómico en la Comunidad Valenciana en el que se ha evaluado la eficiencia de implementar este sistema de alerta electrónica por edad en atención primaria para la detección de pacientes con hepatitis C no diagnosticados basado en la idea de que alrededor del 75% de las personas con la enfermedad en nuestro país tienen más de 40 años, hecho constatado en los estudios llevados a cabo en nuestro país en población general.

Y los resultados no pueden ser más contundentes: establecerlo permitiría detectar a casi 60 veces más pacientes (1.331 con alerta frente a 23 sin alerta) con hepatitis C que desconocen su situación médica.

Además, la implementación del sistema de alerta es una estrategia coste-efectiva, con un ratio coste-utilidad incremental (RCUI) de 3.321 euros.

El trabajo ha consistido en realizar una estimación del porcentaje de pacientes con la enfermedad que desarrollan cirrosis, cáncer de hígado y que fallecen por causa de su hepatopatía, y de las complicaciones evitadas derivadas del diagnóstico y el tratamiento de las personas detectadas con el sistema de alerta. Además, se ha valorado también el coste de diagnosticar, estudiar y tratar a los diagnosticados con este sistema. Los resultados en salud, en términos de complicaciones evitadas, y el coste del tratamiento y la atención de los casos detectados se ha comparado con la no implantación de la alerta electrónica, es decir, con la situación actual.

Implementar este sistema prevendría el 89% de muertes de causa hepática, el 87% de casos de cáncer de hígado y el 90% de trasplantes

“Con los datos de que disponemos (en términos de costes de diagnóstico y tratamiento de hepatitis C), y de los costes en salud de la enfermedad, concluimos que la implantación de una alerta de este tipo reduce significativamente las complicaciones hepáticas y la mortalidad. En concreto, estimamos que con la implantación de la alerta diagnosticaríamos a más de 1.300 pacientes con hepatitis C en la Comunidad Valenciana comparado con la no implantación de la alerta, situación en la que sólo detectamos a 23 pacientes. Además, evitaríamos más del 90% de casos de cirrosis descompensada (-352 casos), el 87% de cáncer de hígado (-258 casos), el 90% de indicaciones de trasplante hepático (50 casos) y el 89% de muertes de causa hepática (-425 muertes). Por otro lado y no menos importante, esta estrategia se considera eficiente desde el punto de vista de la farmacoeconomía pues consigue una ganancia de 3,3 años de vida ajustados por calidad por cada paciente diagnosticado, a un coste monetario asumible”, explica el doctor García-Herola.

Esto se explica porque la hepatitis C es una enfermedad infecciosa crónica que tiene un periodo libre de síntomas prolongado (superior a 15-20 años), durante el cual se precisa un elevado índice de sospecha para su diagnóstico. La enfermedad, sin tratamiento, evoluciona en un porcentaje variable de sujetos a cirrosis y cáncer de hígado, siendo la causa más frecuente de muerte de causa hepática y de indicación de trasplante hepático. “La detección de las personas que desconocen que padecen la enfermedad, en una fase precoz, permite la instauración de tratamientos altamente efectivos que erradican la infección y frenan la evolución de la enfermedad, evitando así el desarrollo de las complicaciones descritas”, concluye el experto.