Salud

La voracidad de Hacienda se dirige a los laboratorios

Montero quiere renovar el pacto con la industria tras detectar que se ha disparado el gasto en hospitales

Foto de un experimento con diferentes probetas en un laboratorio
Proceso de búsqueda de candidatos a medicamentoLouis ReedLouis Reed

El sector del medicamento va a vivir un año especialmente intenso. Lejos de calmarse las aguas, el incumplimiento del objetivo de déficit público y el aumento general de los gastos que se derivan del programa de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos han reactivado la voracidad recaudatoria del Ministerio de Hacienda, que anda a la caza de ingresos extra por la vía de los impuestos y de las “aportaciones voluntarias” a las arcas públicas. La coyuntura es especialmente peligrosa para los laboratorios. La factura de las medicinas dispensadas desde los hospitales superó ampliamente el recién acabado año el incremento del PIB –alrededor de un 7%, frente al 1,9% proyectado por el INE–, lo que ha disparado las alarmas en el departamento que dirige María Jesús Montero. En diciembre, Hacienda llamó a Farmaindustria con la intención de “renovar” el acuerdo vigente, por el que los laboratorios deberían abonar al Estado alrededor de 180 millones con cargo al ejercicio de 2019. Aunque la palabra “renovación” es aparentemente genérica, pocos dudan ya de que el Ministerio tratará de barrer para casa y “afinar” en la devolución, lo que significa que, posiblemente, la industria tendrá que pagar más en el ejercicio 2020. El pacto ahonda, además, en la iniciativa nada espontánea de un grupo de sanitarios izquierdistas de “priorizar la transparencia en la fijación de precios” de las medicinas. Esto significa que los nuevos productos se aprobarán a precios más bajos.