Coronavirus

Científicos españoles utilizarán el procedimiento contra la leishmaniosis

El equipo dirigido por Vicente Larraga aprovechará los avances en esta otra vacuna en fase 4 para lograr una que sea de ADN recombinante frente al SAR-CoV-2

A las destacadas investigaciones para desarrollar una vacuna frente al coronavirus de los equipos de Mariano Esteban y Luis Encinas se acaba de sumar otra. «Vamos a empezar a usar genes de proteínas del virus e intentar conseguir una vacuna de ADN recombinante frente al SARS-CoV-2. Es un concepto diferente al de los otros equipos», explica Vicente Larraga, del Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, del CSIC.

Y, pese a empezar más tarde, parten con una ventaja: «Lo que hacemos es un procedimiento que hemos utilizado en la vacuna frente a la leishmaniosis que ya estaba en fase 4. Esto nos permite ganar meses de ventaja». En lugar de introducir el antígeno, «lo que hacemos es obtener el gen, responsable de la producción de ese antígeno. Se pone en un plásmido, que es una molécula artificial circular de ADN, que cuando se introduce en una célula hace que el gen que tú quieres vaya hasta el genoma de la célula receptora, lo incorpore y produzca la proteína, y que sea reconocido por el sistema inmune del huésped. Eso es lo que lleva a la protección cuando llega la infección verdadera». Y añade que «es una técnica diferente, pero tenemos experiencia por los años en los que hemos trabajado en la vacuna frente a la leishmaniosis».

El equipo de Larraga se puso en marcha a raíz «de una llamada de la Agencia Española del Medicamento. Me dijeron que sabían que habíamos hecho esto y que estaba funcionando. El responsable con el que hablé me preguntó si creía que se podía usar nuestro vehículo en este caso. Les propuse usar genes de algunas proteínas del virus que espero que induzcan protección frente a éste». Tras esta conversación, Larraga analizó cómo podía hacerse y mandó un esquema al CSIC. «Me dijeron que nos pusiéramos con esta nueva vía de investigación. El lunes pasado me comunicaron que nos financiaban la misma».

Más seguridad y rapidez

Pero, ¿por qué tan rápido? No solo porque urge, sino porque este método permite tener «más seguridad, estabilidad y rapidez». El resultado será una vacuna de ADN recombinante: «Para ello introducimos el ADN de un antígeno en las vacunas. Habitualmente se hace con organismos con su capacidad infectiva reducida o se purifican parcialmente o incluso se purifica una proteína. Nosotros, en lugar de hacer eso, tomamos el gen correspondiente al antígeno, no la proteína, y lo ponemos en un vehículo que también es ADN y eso lo inyectamos en una célula. Esta absorbe el material genético, lo incorpora y produce la proteína por su ‘‘maquinaria’’ propia. Las células lo hacen mejor que nosotros en laboratorio. E induce a una protección normalmente bastante más rápida y mejor. El resultado final es el mismo: se producen anticuerpos que están esperando al virus cuando entre. Aún hay pocas vacunas de ADN funcionando, pero tienen la ventaja de que el ADN es una molécula dura en sentido físico, no necesitan la cadena de frío, y eso te da ventaja cuando trabajas con vacunas».

Si todo sale bien, Larraga confía en que tendría un «vehículo que funcionará para el otoño. Cuando tengamos genes introducidos en él se lo pasaremos a la única empresa habilitada en España para hacer vacunas. Y, mientras, nosotros lo probaríamos en roedores que tienen receptores humanos ACE2». El objetivo, «empezar pruebas con humanos antes de fin de año, y la vacuna la tendríamos como todo el mundo a lo largo de 2021». Y urge. Ser los primeros permitiría asegurar lo antes posible la vacunación. «Es importante tanto a nivel estratégico como para nuestra seguridad».

El equipo de Esteban ensayará ya con animales

Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología, del CSIC, iniciarán la próxima semana los ensayos preclínicos con animales una vez que ya han obtenido un candidato a vacuna contra el SARS-CoV-2. El grupo que lidera Mariano Esteban junto a Juan García Arriaza está desarrollando una vacuna basada en una modificación del virus usado en la erradicación de la viruela en los años 70. Usan una cepa muy atenuada del virus Vaccinia (llamado MVA), de la familia del virus de la viruela, como vector viral para insertarle genes del nuevo coronavirus que puedan inducir una buena respuesta inmune frente al SARS-CoV-2. De esta manera, la investigación del grupo de Esteban arranca una nueva fase en el desarrollo de su proyecto de vacuna.