Coronavirus

¿Pequeños super contagiadores?

Un estudio del «British Medical Journal» lo desmiente, pero se duda de si son asintomáticos

La infancia vuelve a estar en el foco de la crisis del coronavirus. Vuelven a ser noticia por un estudio de la universidad de Nueva Gales del Sur sobre la incidencia de la Covid-19 en los más pequeños. En ese estado australiano, los menores de 19 años suponen el 23% de la población y, según los estudios serológicos publicados ayer, solo el 4% de los contagiados por el coronavirus pertenecen a ese grupo de edad.

De demostrarse la tesis, los menores no serían los transmisores primarios de la enfermedad. La investigación ha utilizado datos de 15 centros educativos en los que se detectaron 18 casos de Covid 19 (9 alumnos y 9 profesores) entre el 5 de marzo y el 3 de abril. El seguimiento de esos casos estableció que se habían producido cerca de 850 contactos directos con alumnos, profesores y familiares. De todos los rastreos se dedujo que no había habido ningún contagio de alumnos a profesores y que más de la mitad de los casos reportados procedían de un contagiador primario adulto.

Aunque los resultados son muy preliminares, los autores del trabajo se aventuran a decir que la transmisión de Covid-19 entre niños en el colegio es menos probable que la de otras enfermedades víricas respiratorias. Al contrario de lo que ocurre con el resfriado común o la gripe, los menores no parecen ser los vectores principales de contagio en el ambiente escolar. Esto parece coincidir con otros estudios internacionales que sugieren niveles bajos de transmisibilidad entre niños y de niños a adultos.

Sin embargo, no todos los expertos están convencidos. Es evidente que los niños y adolescentes son menos propensos a desarrollar síntomas que obliguen a pedir atención médica. Pero eso ¿quiere decir que se contagian menos o simplemente que, una vez contagiados, tienen menos probabilidad de desarrollar la enfermedad?Algunos estudios estadísticos basados en la experiencia de la epidemia en China pretenden responder a esta pregunta. En varios de ellos se han tenido en cuenta no solo los diagnósticos hospitalarios sino los casos positivos con síntomas o sin ellos. El resultado es que el 7,4% de los menores de 10 años que tuvieron contacto directo con un contagiado dieron positivo en el test. El dato es muy similar en todas las franjas de edad. Es decir, los niños, en contra de lo que se creía al principio, pueden ser contagiados con la misma facilidad que cualquier otro individuo. Es más, uno de esos trabajos también destacó que cuando se vive confinado en el piso de una persona contagiada el riesgo de ser contagiado se multiplica por 8. Es decir, los niños encerrados en casa pueden tener más riesgo de ser infectados, aunque afortunadamente la inmensa mayoría de ellos no desarrollará jamás síntomas.

Algunos investigadores han detectado que la eliminación del virus en las secreciones respiratorias y las heces es más prolongada en niños con síntomas leves que en adultos. Es decir que los menores podrían permanecer más tiempo manteniendo una relativa capacidad de contagiar a otros. No está claro si en los niños asintomáticos también ocurre lo mismo.

A la polémica ha venido a sumarse una reciente publicación en el «British Medical Journal» de título inequívoco: «Los niños no son supercontagiadores de Covid 19. Es tiempo de volver al colegio». El artículo denuncia que en las primeras investigaciones llevadas a cabo entre la población china y en las que se sugerían tasas de transmisión similares en todas las franjas de edad, la población infantil estuvo poco representada. Cuando se cruzan los datos con estudios realizados en Italia, Japón, Corea del Sur e Islandia, parece aparecer la evidencia de que los menores son menos propensos a ser contagiados.

La duda reside en si ellos presentan una infección más leve y menos contagiosa o simplemente son igual de contagiosos que los adultos, pero no presentan síntomas. Varios estudios con familias de diferentes países indican que los niños no suelen ser el foco primario de infección en sus casas. En el 90% de los casos, la enfermedad entra en la familia de la mano de un adulto. Pero lo cierto es que aún es muy pronto para llegar a conclusiones definitivas.