Sanidad

Los daños evitables al paciente en las estancias hospitalarias cuestan 425 millones al año

La mayoría de estos daños son potencialmente prevenibles con la adopción y empleo en los hospitales de soluciones tecnológicas

Los daños evitables al paciente en las estancias hospitalarias cuestan 425 millones al año
Foto de familia durante la presentación del informe «Tecnología Sanitaria para mejorar la seguridad y experiencia del paciente en el ámbito hospitalario»Cedida

Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que uno de cada 10 pacientes experimenta daños relacionados con la atención médica y la mitad son prevenibles. Las innovaciones tecnológicas tienen un papel clave para evitarlas o para mitigar su impacto clínico y económico cuando se producen. Así se refleja en el informe «Tecnología Sanitaria para mejorar la seguridad y experiencia del paciente en el ámbito hospitalario», promovido por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin, con la colaboración de Iqvia, y presentado este jueves.

La Comunidad de Madrid «cuenta con un plan que la posiciona como la región con mayor nivel de planificación y documentación en esta materia, la Estrategia de Seguridad del Paciente del Servicio Madrileño de Salud», confirmó Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, quien aseguró que «tecnología y seguridad son conceptos que deben entenderse y desarrollarse de forma conjunta».

Por su parte, Pablo Crespo, secretario general de Fenin, destacó que «la seguridad de profesionales y pacientes en todo el proceso asistencial es una prioridad para el sector de tecnología sanitaria. La elaboración de este informe es parte de este compromiso. Nuestra industria es un colaborador estratégico de las organizaciones sanitarias para impulsar estrategias que, apoyándose en las soluciones innovadoras que desarrollan nuestras compañías, mejoren la seguridad en la atención».

Mejor atención

Desde la visión de las gerencias, Carlos Mingo, director gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal, destacó que «la tecnología sanitaria innovadora ha transformado la gestión hospitalaria. Cuando se incorpora innovación tecnológica de forma responsable y con una regulación inteligente, el resultado es una mejor atención a nuestros pacientes, más segura, y un entorno de trabajo más eficiente para nuestros profesionales».

El informe cuantifica el impacto clínico, sanitario y económico del daño al paciente e identifica la innovación tecnológica disponible para su prevención y mitigación. En este sentido, las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria-IRAS (con cerca de 53.000 episodios anuales), eventos adversos en cirugía (15.000), úlceras por presión (7.200, en sus diferentes categorías), sepsis (7.100), y tromboembolismos (1.400 casos), son las causas más comunes de daño «evitable» al paciente en los hospitales españoles. Estos generan más de 11.300 nuevos ingresos en UCI cada año, y un aumento de las estancias en estas unidades de más de 237.000 días. Respecto al impacto económico, estos eventos suponen en su conjunto un coste adicional al sistema sanitario de más de 425 millones de euros cada año.

La mayoría de estos daños son potencialmente prevenibles con la adopción y empleo en los hospitales de soluciones tecnológicas, lo que enfatiza la necesidad de implementar estrategias preventivas robustas apoyadas en la innovación. «La inversión en estas tecnologías reduce las consecuencias adversas, mejora la calidad de vida de los pacientes y optimiza los recursos», destaca el documento.

Tecnologías avanzadas por fuentes de daño

Para prevenir o mitigar las IRAS, el informe enumera tecnologías y productos sanitarios innovadores como dispositivos y sistemas de prevención y diagnóstico precoz de IRAS, apósitos novedosos, tecnologías avanzadas de Terapias de Presión Negativa (TPN) y agentes antisépticos y desinfectantes. Mientras, para prevenir o realizar un diagnóstico precoz de la sepsis, se destaca el valor, entre otras, de la tecnología de RMN miniaturizada; PCR y equipos de cuantificación de parámetros, dispositivos de extracción de sangre avanzados, equipos automatizados para hemocultivos satélite y toallitas desinfectantes con clorhexidina. Para evitar los eventos adversos en los bloques quirúrgicos, los profesionales pueden apoyar su práctica segura con avanzados robots quirúrgicos, sistemas de navegación asistida por computadora, plataformas de planificación 3D, sistemas de grapado inteligente, productos hemostáticos, o con la monitorización de oximetría.

Por su parte, el empleo de sistemas de compresión neumática vascular, medias elásticas anti-embolismo, sistemas de detección de dímeros D, así como stents o endoprótesis facilitan la prevención o detección precoz de tromboembolismos. También la incorporación en los centros hospitalarios de tecnologías avanzadas de Presión Negativa (TPN) y otros dispositivos de alivio de presión, junto al empleo de apósitos novedosos y productos para un buen mantenimiento de la piel ya permiten un abordaje más efectivo de las úlceras por presión.