Dr. Javier Moradiellos

«El futuro de la cirugía es robótico y ya está aquí»

Jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

1- Han cumplido 200 intervenciones con el robot Da Vinci. ¿Desde cuándo lo usan en cirugía torácica?

-Iniciamos nuestra actividad en cirugía torácica robótica en enero de 2015. Como preparación realizamos una formación intensiva con simulaciones digitales, modelos animales y, fundamentalmente, estancias en centros internacionales de Europa y Estados Unidos.

2- Fueron el primer equipo en emplearlo en España. ¿Cómo se lanzaron a ello?

-Mi equipo acumulaba ya una experiencia relevante en cirugía videotoracoscópica tradicional y uno de nuestros objetivos permanentes es poner a disposición de nuestros pacientes las técnicas más avanzadas. El sistema Da Vinci tiene un potencial extraordinario en cirugía torácica y gracias al apoyo de nuestro hospital era la evolución lógica en nuestros servicios quirúrgicos.

3- ¿Qué ventajas presenta esa opción frente al abordaje tradicional?

-Para los cirujanos, la calidad de la visión del campo operatorio y la precisión en la disección de los tejidos no tienen parangón con el abordaje tradicional. Un cirujano que ve y opera mejor es un cirujano más seguro y esa seguridad se traslada al paciente. La recuperación postoperatoria es muy rápida, con menos molestias y menos pérdida de sangre. Desde el punto de vista oncológico es una cirugía muy exhaustiva.

4- ¿Para qué intervenciones está indicado su uso?

-En cirugía torácica el sistema robótico da Vinci se utiliza fundamentalmente en intervenciones pulmonares, fundamentalmente en cáncer de pulmón, así como en enfermedades quirúrgicas del mediastino –la zona anatómica entre los pulmones–, para extirpación de lesiones malignas o benignas. 

5- ¿Cuál fue la primera?

-Las primeras intervenciones fueron sobre tumores mediastínicos y, en general, esas son las que recomendamos para el inicio de la actividad en los grupos quirúrgicos a los que hemos formado en estos últimos años.

6- ¿Y la última en utilizarse?

-La última cirugía robótica ha sido la extirpación de un tumor maligno en una paciente joven. Realizamos una reconstrucción de su bronquio para conseguir preservar al máximo su función pulmonar eliminando completamente la enfermedad en la misma intervención 

7- ¿Tienen pensado ampliar el tipo de intervenciones con alguna nueva a medio plazo?

-Con la acumulación de experiencia hemos ampliado el número de pacientes que se pueden beneficiar de esta técnica. Estamos realizándola en aquellos con patología pulmonar más compleja, tumores de mayor tamaño que implican a otras estructuras como el esófago, los bronquios o los vasos pulmonares. También resulta muy adecuada en pacientes que, por su fragilidad, tolerarían mal las técnicas que son más tradicionales. Cada vez más patologías pueden ser abordadas mediante cirugía torácica robótica. 

8- ¿Qué han aprendido en todo este tiempo?

-La cirugía robótica, con sus enormes ventajas, es una herramienta más a disposición del cirujano torácico. La personalización del abordaje quirúrgico en cada caso sigue siendo necesaria y otros factores como la implicación del paciente y su familia en el proceso postoperatorio y el propio criterio del cirujano son, y seguirán siendo, fundamentales. Dicho esto, la experiencia con el sistema da Vinci nos enseña que lo que hace pocos años parecía imposible, ahora es ya una realidad.

9- Por su experiencia también forman a otros equipos. ¿Qué es lo más complicado?

-Formar a otros cirujanos torácicos en cirugía robótica es una experiencia muy gratificante. Son compañeros y amigos, con gran experiencia quirúrgica y con mucha ilusión en poder ofrecer a sus pacientes alternativas mínimamente invasivas de última generación. La formación es un proceso que también beneficia mucho a los formadores y las dificultades, propias del abandono de la zona de «confort», también tienen aspectos positivos.

10- ¿Cómo valoran la experiencia vivida con el robot hasta ahora?

-Nuestra experiencia y resultados en cirugía torácica robótica han superado, francamente, nuestras expectativas más optimistas. Sin tratarse de una panacea, ni de una «cirugía milagro» vemos que nuestros pacientes recuperan antes su calidad de vida preoperatoria tras cirugías complejas, que se realizan con mayor seguridad. El futuro de la cirugía es robótico y ya está aquí. Por nuestra parte, estamos ilusionados como el primer día en seguir avanzando.