Salud
Endoprótesis aórticas: cómo hemos cambiado
Las endoprótesis aórticas han experimentado importantes desarrollos a lo largo de los años en términos de características mecánicas y propiedades del material. Estos cambios han refinado su rendimiento en conceptos como la deformación global, el perfil, la navegabilidad y la adaptabilidad a diferentes condiciones anatómicas.
Un gran estudio retrospectivo, publicado en 2014, comparó los resultados de las endoprótesis aórticas de primera generación con los de la nueva, demostrando tasas de reintervención más bajas a los cinco y siete años a favor de nuevas endoprótesis. De manera similar, las endoprótesis vasculares más nuevas tuvieron una mejor ausencia de conversión tardía y crecimiento del saco del aneurisma.
En otro estudio publicado en 2017, se observó una menor tasa de endofuga y una menor migración de injertos. El concepto de relación entre el diámetro del cuello y la durabilidad está cobrando impulso. Varios estudios han demostrado que cuanto menor es el diámetro del cuello, mejores son los resultados generales. Sin embargo, es inconsistente en la literatura cuál es el umbral de diámetro que define el cuello aórtico deseado.
La mejora del material y el refinamiento de la estructura del stent han influido en los resultados de durabilidad. Este desarrollo tecnológico ha ido acompañado de un aumento del conocimiento y la experiencia de los cirujanos. Resulta alarmante que algunos grupos fuercen la práctica de colocar estos dispositivos fuera de las instrucciones de uso y que exista una posibilidad real de que los resultados obtenidos en estos implantes estén socavando el desarrollo tecnológico en este campo. Aún quedan por estudiar varias cuestiones pendientes. Los nuevos diseños de endoprótesis y los nuevos complementos, como las endograpas, deben ser evaluados.
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