Salud de la mujer
Evolución de tratamientos para la osteoporosis
Hace unos veinte años el panorama de la osteoporosis en nuestro país cambió radicalmente cuando se comercializaron los bifosfonatos orales. Estos medicamentos no sólo reducían el riesgo de sufrir una fractura de las vértebras, sino también disminuían de modo significativo la incidencia de otras fracturas debidas a la osteoporosis (como la de cadera). Pasaron a partir de ese momento a ocupar un lugar preeminente en el tratamiento farmacológico de la osteoporosis, y aún hoy son los fármacos más prescritos.
Sin embargo, los bifosfonatos orales se absorben con dificultad una vez se ingieren, debido a que interactúan con los iones que se encuentran en el estómago, por lo que es preciso que se administren con agua abundante y en ayunas por la mañana; evitando así, cualquier interacción entre la comida y los bifosfonatos. Estos requisitos tan exigentes e incómodos influyen a la larga en que los pacientes abandonen el tratamiento o no cumplan rigurosamente con las instrucciones de administración. El asunto tiene mucha trascendencia porque la osteoporosis, especialmente la que aparece en mujeres después de la menopausia, es una enfermedad crónica que exige un tratamiento de por vida.
Fórmula mejorada
Afortunadamente, el problema del ayuno se resolvió con el desarrollo de una formulación de bifosfonato que es resistente a la acción de los iones del estómago. No sólo se absorbe mejor, sino que se puede administrar junto con el desayuno. Este es un ejemplo claro de que los medicamentos que han demostrado ser eficaces y seguros después de muchos años, aún pueden mejorar sus propiedades farmacológicas y, con ello, relajar las rígidas instrucciones para su correcta toma, y, consecuentemente, facilitar que los pacientes sean más cumplidores con el tratamiento.
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