Entrevista

«Los beneficios para la salud de correr una maratón sin estar preparado son nulos»

El Dr. José Antonio de la Chica, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Málaga, explica las pautas a seguir para entrenar el corazón de una persona sedentaria

El Dr. José Antonio de la Chica, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Málaga
El Dr. José Antonio de la Chica, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Málaga©Gonzalo Pérez MataLa Razón

¿Cómo afecta el sedentarismo al corazón?

De múltiples formas y todas ellas negativamente. La actividad sedentaria sostenida favorece la ateroesclerosis y por tanto es uno de los factores de riesgo del infarto de miocardio. Además, el músculo cardíaco y su cavidades presentan en las personas sedentarias peor adaptación ante los esfuerzos físicos cotidianos, como subir escaleras, hacer la compra, etcétera. Se convierte en un motor menos eficaz. El sedentarismo potencia además la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes, contribuyendo a la insuficiencia cardíaca y a la cardiopatía isquémica.

¿Y cómo reacciona el corazón de una persona la primera vez que hace deporte tras años de sedentarismo?

Mal. La primera vez el corazón se acelerará muy rápido y se recuperará muy lento. Si se trata, además, de un deporte colectivo o una competición con alta demanda, se mostrará como un motor de muy bajo rendimiento. Si lo fuerza, a pesar de encontrarse mal, puede llegar a sufrir y dañarse. El corazón hay que entrenarlo progresivamente.

Es uno de los autores del estudio sobre cómo afecta al ventrículo izquierdo el ejercicio físico vigoroso sostenido en el tiempo publicado recientemente en «Journal of the American College of Cardiology», por el que ha sido distinguido con uno de los Premios Investigador Quirónsalud 2020. ¿Qué tres conclusiones destacaría del estudio?

Primero, que el ejercicio físico vigoroso favorece en un porcentaje no desdeñable un remodelado hipertrabeculado. Segundo, que ese remodelado concreto puede confundirse con una enfermedad severa de etiología genética y consecuencias potencialmente fatales. Y tercero, que la hipertrabeculación no es sinónimo de enfermedad y no debe por sí sola descalificar a los deportistas, sino estudiar caso por caso por un cardiólogo.

¿Cuántas muertes relacionadas con temas cardiovasculares se producen al año en España por el sedentarismo y cuántas por hacer deporte ultraintenso sin preparación?

Se estima que la inactividad física es responsable de 52.000 muertes al año en España y tres millones en el mundo, pero hay que entenderlo no de forma aislada sino en el contexto de patologías asociadas no solo a la cardiopatía isquémica, sino a otras enfermedades como el ictus y el cáncer, que también se asocian con el sedentarismo. En el caso de la muerte súbita del deportista puede acontecer no solo en personas desentrenadas sino también en deportistas profesionales y amateurs con un entrenamiento adecuado pero que sufren enfermedades del corazón sin ser conscientes de ello. No es el deporte per se la causa de la muerte súbita, sino la enfermedad subyacente la que en el contexto del ejercicio físico intenso precipita arritmias malignas y muerte súbita. Se estima que fallecen 167 personas en España al año desencadenadas por el ejercicio físico competitivo, más del 95% en deportistas recreacionales. La mayoría de estas muertes puede evitarse con una revisión cardiológica completa.

¿En qué casos está contraindicada la práctica deportiva de alta intensidad?

Cuando se sufre une enfermedad genética o adquirida del corazón que pueda precipitar arritmias malignas. Existen documentos de consenso de expertos sobre la práctica deportiva de acuerdo a cada enfermedad cardíaca concreta. Hay que estudiar caso por caso y aconsejar individualmente. Cada deportista es único. Cada corazón es diferente.

Un fenómeno reciente es apuntarse a maratones, se tenga o no la suficiente preparación física. ¿Qué puede ocasionar este sobreesfuerzo en el organismo?

El beneficio en términos de salud de un sobreesfuerzo físico en el paciente desentrenado o sedentario es nulo. Puede causar desde un fracaso renal agudo por rabdomiolisis hasta un infarto de miocardio por ateroesclerosis no conocida. Las prácticas deportivas recreacionales hay que programarlas, planificarlas y entrenarlas para disfrutarlas sin riesgos.

¿Algún consejo para los que quieran volver a hacer deporte? Es decir, es mejor empezar paulatinamente y luego ganar intensidad, pero ¿cómo?

El mejor ejercicio en el deportista desentrenado que quiere volver a hacer deporte es caminar rápido o trotar al principio. Antes del «running», recomendaría caminar en cuestas y adaptar la velocidad y los pasos o kilómetros progresivamente. Cuando ya se recupera capacidad pulmonar y cardíaca se estaría preparado para cualquier deporte recreacional siempre usando el sentido común. Cuando los deportistas recreacionales me preguntan por el límite que no deberían exceder, siempre respondo que más allá de lo que marque su reloj de «fitness», el límite es disfrutar. El único sobreesfuerzo permitido en el deporte amateur es el que se disfruta. El malestar físico o el agotamiento están prohibidos en mi consulta.

A partir de los 40 años, ¿cuánto tiempo deberíamos hacer ejercicio? ¿Y cuando se cumplen los 60?

Los mínimos son 150 minutos a la semana de actividad moderada como caminar rápido o trotar y/o 75 minutos de actividad vigorosa como hacer «running». Al margen de estos mínimos, yo recomendaría una hora de ejercicio físico moderado al día, incluidos los domingos. Si además asocia unos 30 minutos de actividad vigorosa, los beneficios en salud se incrementan. Estos serían los mínimos, a partir de ahí con sentido común, se puede incrementar bastante el ejercicio físico, pero los estudios apuntan a que la curva del beneficio saludable se invierte a partir de X puntos en que se sobrepasa la actividad vigorosa recomendada. No cuanto más deporte, mayor salud, pero sí es imprescindible para mantenerse saludable incluso si se está delgado.

¿Y de qué tipo?

Depende de cada persona y de sus patologías previas. La natación es especialmente favorable para personas con artrosis. El deporte colectivo siempre puede aportar un plus de bienestar emocional muy recomendable. Deporte y amistad son una combinación excelente.

Por cierto, ¿cuánto tiempo al día hace usted ejercicio físico?

Hago unos 45-60 minutos de actividad vigorosa al día. Si el trabajo me lo permite hago un poco más, pero no hago excesos. Si el día ha sido especialmente malo, suelo compensarlo haciendo «running» ligero en el paseo marítimo. En mi caso particular, la interacción del deporte cerca del mar es especialmente terapéutica a todos los niveles.