Amenaza global

La Covid-19 acelera la peligrosa resistencia a antibióticos

►La primera ola de la pandemia disparó el uso indiscriminado de antimicrobianos en todo el mundo

La Covid-19 acelera la peligrosa resistencia a antibióticos
La Covid-19 acelera la peligrosa resistencia a antibióticosAntonio Cruz

De forma casi apocalíptica, el padre de la Microbiología moderna, Luis Pasteur, avisó hace más de un siglo de que «los microbios tendrán la última palabra». Y no le faltaba razón, ya que la resistencia a los antibióticos se ha convertido en la mayor amenaza para la salud pública mundial por la capacidad de los microorganismos para sobrevivir a la exposición a los fármacos que normalmente podrían matarlos o detener su crecimiento. De hecho, se estima que en el año 2050 la incapacidad de los antibióticos para curar infecciones por culpa de la existencia de bacterias resistentes será la primera causa de muerte, con más de diez millones de fallecimientos anuales.

Y la Covid-19 no ha hecho más que acelerar el problema: «El tiempo se agota», ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos días con motivo de la Semana mundial de la concienciación sobre el uso de los antimicrobianos, una conmemoración en cuyo contexto A TU SALUD ha celebrado la mesa redonda titulada «El problema de las resistencias antimicrobianas tras la Covid-19», impulsada con la colaboración de la biofarmacéutica MSD.

El envite que supuso la irrupción del SARS-CoV-2 en marzo de 2020 obligó a la comunidad médica a combatir a este nuevo virus con todas las armas posibles, y entre ellas destacaron, en un primer momento, los antibióticos. «Sabemos que se produjo un pico muy fuerte del uso de estos medicamentos, sobre todo durante la primera ola, y esto ha acelerado el problema de las resistencias microbianas», aseguró el Dr. Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

Superbacterias
SuperbacteriasAntonio Cruz

Las cifras no dejan lugar a dudas, ya que «los estudios realizados nos han permitido medir que las infecciones bacterianas no superaban el 10% y, sin embargo, el 70% de los pacientes con Covid-19 recibió un tratamiento con antibióticos. Esto ha tenido un efecto de dispersión de bacterias resistentes que ya existían o que incluso no estaban presentes», lamentó el Dr. Cantón, quien añadió que «en los hospitales había enfermos por encima de nuestra capacidad y el manejo de estos, desde el punto de vista de evitar la infección hospitalaria, era muy complicado. Todo eso ha hecho que las cifras de resistencia hayan aumentado por culpa de la Covid-19».

Las consecuencias de todo ello son directas, ya que «cuando la población presenta una resistencia superior al 30% es casi imposible revertir la situación, porque se autoperpetúa», advirtió el Dr. Jesús Oteo, director científico del Ciber de Enfermedades Infecciosas e investigador del Instituto de Salud Carlos III. Y esos datos resultan incluso más alarmantes a nivel mundial, ya que «en España el empleo indiscriminado de antibióticos solo duró tres o cuatro meses. A partir de la tercera ola el abordaje de los afectados fue mucho más certero. Sin embargo, en países como Argentina o Chile han seguido usando estos medicamentos, hasta el punto de que tenemos los niveles de resistencia que esperábamos alcanzar en 2030. Es decir, la pandemia ha acelerado el problema diez años», alertó el Dr. Bruno González-Zorn, catedrático en Sanidad animal de la Universidad Complutense de Madrid y asesor de la OMS en resistencia a antibióticos desde la perspectiva One Health.

Salud global

La pandemia también deja enseñanzas positivas, ya que ha hecho más evidente, si cabe, la necesidad de apostar por el enfoque One Health, es decir, «un concepto por el que abordamos la salud humana también teniendo en cuenta la del medio ambiente y la de los animales.Hay que atajar esa resistencia en los tres flujos de ecosistemas», explicó el Dr. González-Zorn. Pero el Dr. Cantón apostilló que «se trata, además, de un problema de Global Heatlh, es decir, de salud global, y la Covid-19 lo ha demostrado a las bravas. Lo que pasa en un río de la India también tiene un impacto en la resistencia de un paciente aquí». Y en ese sentido, el Dr. Oteo apuntó que «la clave para frenar esta situación es que se tomen medidas de forma multidiscipinar».

Estrategias a seguir

Los tres expertos reunidos por A TU SALUD coincidieron en que el tiempo apremia. Poner freno a las superbacterias pasa por «concienciar a la sociedad del grave problema al que nos enfrentamos, pues al año mueren más personas porque los antibióticos no funcionan que por accidentes de tráfico. Y eso se logra formando a los médicos para que no prescriban antibióticos como lo hacían hace diez años; sensibilizar aún más a los farmacéuticos para que hagan un pulcra dispensación y, por supuesto, a los pacientes. Y concienciar a la Administración, ya que luchar contra la resistencia microbiana exige una gran inversión económica, pero resulta rentable por todos los costes asociados que evita», insistió el Dr. González-Zorn.

Mesa Redonda Antibióticos La Razón
Mesa Redonda Antibióticos La RazónEnrique CidonchaLa Razón

En la práctica clínica, el Dr. Cantón apostó por «hacer un mayor diagnóstico de bacterias resistentes, pues eso mejorará el pronóstico del paciente y evitará la diseminación del problema». Una idea que reitieró el Dr. Oteo al recomendar que «hay que hacerlo de la mano de la Medicina Personalizada en enfermedades infecciosas. La tecnología permite obtener algoritmos muy potentes al combinar la secuencia completa de los patógenos y la información genómica de los pacientes».

Otra solución imprescindible «es la apuesta por la investigación en nuevos antimicrobianos», aseguró el Dr. Cantón. «Hay que desvincular el beneficio económico de la empresa al número de moléculos que vende. En Reino Unido se ha iniciado un proyecto piloto en esta línea con gran éxito», propuso el Dr. González-Zorn. Y es que «estamos ante una situación crítica», insistió el Dr. Oteo, por lo que «necesitamos la ayuda de toda la sociedad», reclamó el Dr. González-Zorn. «El futuro está en nuestras manos», sentenció el Dr. Cantón.