Paciente
«Fue duro verme sin pelo. Me compré dos pelucas y siete gorros»
A Rosalía le diagnosticaron cáncer de pulmón en 2019. Entró en un ensayo clínico promovido por el grupo GECP
«Hoy el doctor me ha dado cita para dentro de tres meses, así que me ha visto bien», dice ilusionada Rosalía García nada más llegar a su pueblo: Santa Cruz de la Zarza, en Toledo, a unos 90 kilómetros de Madrid. Lleva dos años yendo al Hospital Puerta de Hierro desde que entró en un ensayo clínico. «Tuve suerte», reconoce. En primavera de 2019, a los 59 años, le diagnosticaron cáncer de pulmón. «Fumaba un paquete diario. Fue duro. Nunca crees que algo así te vaya a pasar a ti. Se me vino el mundo encima», reconoce.
Acudió al médico porque no se encontraba bien, «me sentía agotada y tenía mucha tos. Calculo que estuve así medio año o un año antes de ir a la neumóloga, quien se portó muy bien conmigo». De hecho fue gracias a ella que entró en un ensayo clínico.
«Empecé en Toledo. Me hicieron unas pruebas y me mandaron a Ciudad Real porque en Toledo no había Medicina Nuclear. Y tuve suerte porque en Toledo me dieron cita para que fuera al Puerta de Hierro de Madrid porque estaban haciendo unos ensayos clínicos. Me lo comentó la neumóloga mientras me tomaba un café», dice en referencia a que fue la médica la que se movilizó.
«Fue allí donde me dijeron el tipo de cáncer de pulmón que tenía: un carcinoma escamoso», recuerda Rosalía, que es una de las participantes de Nadim 2, un estudio del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) que se ha hecho a partir del Nadim 1, cuyos resultados han sido muy prometedores: «El 80% de los pacientes incluidos en este estudio tratados con quimio-inmunoterapia sigue vivo a los tres años y un 69,6% de los pacientes incluidos en la investigación no ha tenido progresión de la enfermedad», detalla el doctor Mariano Provencio, presidente del GECP y jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro.
«Empezó con el ensayo antes de la operación, que fue cuando me extirparon un tercio del pulmón derecho. Me dieron tres ciclos de quimio-inmunoterapia. Los llevé mal. Me acuerdo que el primero fue el 10 de octubre y coincidía con el puente y le dije a Miguel, mi marido, no vamos después a la playa. Tras seis horas en el hospital salí bien, pero a las 48 horas me dio un bajón horrible. Me dolía todo hasta las pestañas. Vomitaba, no comía... A los dos o tres días ya te encuentras bien y cuando estás totalmente recuperado a por el siguiente ciclo. Hay gente a la que le dieron seis u ocho a mí menos mal que fueron tres».
«Cuando se te cae el pelo es muy doloroso. Eso me pasó en el segundo ciclo. Me rapé la cabeza y recuerdo que me miré en el espejo... no me reconocía. Ya te digo que es duro». Pero supo recomponerse: «Opté por comprarme dos pelucas y estaba guapísima. Iba divina de la muerte. Y como soy muy presumida, me compré gorros, uno para cada día», dice sonriente Rosalía, muy arropada por toda su familia: «Mi marido, mi hijo, mi madre, que tiene 91 años, todos han estado apoyándome», y también «medio pueblo que vino a verme al hospital cuando me operaron», recuerda Rosalía, que asegura estar «contentísima de haber entrado en un ensayo, quién sabe cuántas sesiones de quimio me habrían dado en Toledo...».
Y es que el acceso de los pacientes a la innovación es clave para seguir avanzando en la supervivencia. El cáncer de pulmón es ya la cuarta causa de muerte global y la primera por cáncer en España. ¿El motivo? El repunte que ha habido en mujeres: un 4,4% más respecto a 2019, aunque la mortalidad absoluta en ellas ha aumentado un 134% desde el año 2003. De hecho, «el total de fallecidos por cáncer de pulmón en 2020 equivalieron a la suma de muertes de cáncer de mama, próstata y cáncer de colon en nuestro país», asegura el Dr. Provencio.
Ahora bien, «la investigación ha permitido que la supervivencia se haya incrementado en los últimos diez años de forma drástica. Hemos pasado de hablar de meses a años», precisa el jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro. «Sabemos que tratar a un paciente en función de las alteraciones genéticas de su tumor mejora sus expectativas de vida. No puede ser que haya pacientes que no estén accediendo a estas determinaciones porque su hospital no lo ofrece. No es ético mantener a los pacientes sin ese tratamiento», denuncia el doctor Provencio.
En este sentido, desde GECP se solicita a la Administración que el SNS garantice el acceso universal de los pacientes a la determinación de biomarcadores. Por ello, desde GECP se ha lanzado el proyecto «Atlas», una plataforma de análisis masivo de biomarcadores que prevé llegar a 1000 pacientes. Y urge que todos los pacientes, independientemente de su lugar de residencia, puedan beneficiarse de una terapia personalizada.
También es importante conseguir más recursos para la investigación de la patología. «Es un tumor infrafinanciado públicamente en relación con su impacto», denuncia el doctor. «Aunque la amenaza de la covid es una realidad, el cáncer y, por ende, el de pulmón son también una pandemia que cada año se cobra la vida de miles de españoles. Necesitamos seguir invirtiendo para minimizar su impacto», concluye el presidente de GECP.
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