Entrevista
Sánchez Martos: «Nuestros gobernantes se han ganado, a pulso, un gran suspenso en la pandemia»
El ex consejero de Sanidad de Madrid, y ahora divulgador, habla de su último proyecto, el libro «Mejor prevenir que curar»
Acaba de publicar un libro con consejos para abordar los malestares más comunes para que las personas tengan una mejor salud. ¿Cuál es la consulta que más le hace la gente?
Son muchas las que recibo de forma personal y a través de las redes sociales y tengo la costumbre de contestar siempre de forma personal a todas ellas. Las más frecuentes son en relación a las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la primera causa de «muerte evitable», el infarto, el ictus, la obesidad, diabetes, cáncer en general (de mama, de útero, de pulmón), el tratamiento del dolor y, desde hace dos años, muchas preguntas en relación a la Covid-19 sobre los síntomas, el diagnostico, las pruebas de antígenos, las secuelas y complicaciones, la importancia de la ventilación y de los filtros HEPA
Dice estar convencido de que es posible vivir más y mejor. ¿Qué hacemos mal?
Por supuesto que es muy posible; solo tenemos que recordar que la esperanza de vida al nacer ha llegado en España a superar los 80 años en el hombre y a los 85 en la mujer. Se trata de conseguir «dar años a la vida, pero llenando esa vida de años». Disfrutar de la vida en familia, con los amigos y sobre todo modificando nuestro estilo de vida: una alimentación saludable y equilibrada, lo que se conoce como dieta mediterránea, la práctica de ejercicio físico moderado pero de forma regular y sin competir ni siquiera con uno mismo, conseguir dormir siete horas al día con un «sueño reparador», evitar la soledad obligada, comunicar mucho en familia y con los amigos, y evitar el consumo de tabaco y alcohol. En definitiva, como siempre digo: «mucho trato, poco plato y mucha suela de zapato».
¿Predica con el ejemplo? ¿Cómo valoraría del 1 al 10 su salud?
Haré gala de unos de mis principios en la vida, la sinceridad. Si tuviera que valorarme no superaría el 7, es decir un notable muy raspado, porque ahora llevo tiempo sin practicar ningún deporte, solo algún ejercicio caminando, y porque no cuido como debería hacerlo mi alimentación y mi índice de masa corporal me lo demuestra porque en estos momentos es de 25,6, cuando lo normal como sabe es no superar la cifra de 25. Pero subo algo la nota, porque comunico mucho con todo el mundo, me encantan las relaciones sociales y, sobre todo, porque disfruto con mi trabajo todos los días. Para mi el trabajo no solo es salud, que también, sino que es la forma de ilusionarme cada día. Cada mañana cuando me levanto pienso que «hoy es el primer día del resto de mi vida».
La salud mental ha sido una de las grandes damnificadas durante la pandemia. ¿Cómo podemos mejorarla?
Totalmente cierto y es una de las grandes asignaturas del Sistema y de muchos profesionales. La soledad, el miedo a la muerte, las escalofriantes imágenes de las personas que han perdido su vida durante la pandemia, muchas de ellas totalmente inexplicables con nuestro excelente sistema sanitario, han contribuido a alterar nuestra salud mental en muchos aspectos. Se necesita potenciar la atención primaria, con psiquiatras y psicólogos clínicos. Es el momento de cambiar el sistema y que el «hospitalocentrismo» ceda paso a la atención primaria, con verdaderas unidades de Salud Mental en cada área de salud.
Fue consejero de Sanidad de Madrid. ¿Cómo ha sido el paso de la política a la divulgación?
Debería recordar que mi paso no fue exactamente así, sino que yo pasé de la divulgación sanitaria a la política, sin haberlo deseado nunca y sin estar en ninguna de las quinielas, ni de los políticos, ni de mi familia o mis amigos. Y una vez en la política como consejero de Sanidad, seguí practicando cada día la divulgación sanitaria, tratando de explicar a los ciudadanos las bondades de nuestro sistema sanitario y también la responsabilidad que cada uno de nosotros tenemos para conseguir potenciar la prevención de las enfermedades y evitar, por ejemplo, la automedicación. Y con ello, especialmente satisfecho por mi paso de la política, porque a pesar de no pertenecer a ningún partido político, Cristina Cifuentes, la presidenta, siempre me permitió seguir potenciando los dos valores que han sido mi bandera durante toda la vida: la libertad y la independencia.
¿Y de la Medicina a la política?
Ese paso fue muy brusco en mi vida, porque como he dicho anteriormente nunca estuvo en mis sueños llegar a la política y mucho menos como responsable de más de 8.000 millones de euros para gestionar y mejorar nuestra Sanidad madrileña. Fue difícil porque siempre eché de menos a mis pacientes y, sobre todo, a mis alumnos en la universidad, aunque de vez en cuando asistía a alguna clase como profesor invitado.
¿Cómo valora la gestión de la pandemia de Madrid, que tan diferente ha sido de la marcada por el Gobierno central?
Sinceramente, y hablando de forma general, creo que nuestros gobernantes se han ganado, y a pulso, un gran suspenso porque siempre he echado en falta algo que todavía no existe, un mando central coordinado y un único plan integral de atención, desescaladas, vacunación, etc. Y centrándonos en Madrid, llegaríamos a un aprobado cercano al notable porque se han hecho las cosas mucho mejor que en el resto de comunidades, pero todavía necesitamos mejorar y mucho, porque la pandemia no ha terminado. Nunca entenderé porque en Madrid, que ha sido un gran ejemplo, no se haya establecido la necesidad de instalar purificadores de aire con filtros HEPA, como los de los aviones, en los restaurantes, locales de ocio y sobre todo, en los colegios para que los niños no tengan que pasar frío. Por otra parte sigo sin entender cómo en Madrid no se abren definitivamente los Servicios de Urgencia de Atención Primaria que tanto han ayudado a descongestionar las de los hospitales. Esta es hoy la gran asignatura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, unida a la falta de potenciar la atención primaria de Salud y de las Unidades Funcionales Covid.
Tras la primera ola de la covid, los servicios que más han sufrido en la pandemia han sido los de primaria. ¿Qué se puede hacer para mejorar la atención?
Insisto en que es la gran asignatura pendiente del Gobierno central y de todos los autonómicos. Si los políticos y gobernantes se creen de verdad lo de que el ciudadano y el paciente son el eje del sistema, deberían recordar que no es el eje el que debe moverse, sino todo lo que le rodea, es decir, el propio sistema y sus profesionales. La atención primaria de nuestros centros de salud es fundamental e imprescindible, pero creo que no hemos aprendido mucho con la pandemia. No se puede seguir sin la atención personalizada. Y por supuesto que es urgente poner en marcha las Unidades Funcionales Covid, pero en las diferentes áreas e salud y no solo en los hospitales.
¿Se atreve a poner fecha al fin de la pandemia?
Sería un gran atrevimiento por mi parte porque no tenemos argumentos científicos ni clínicos que nos ayuden a vaticinar el final de esta triste y cruel Pandemia. Es verdad que en estos momentos parece que está disminuyendo su intensidad, pero debemos continuar respetando las medidas de prevención, con la mascarilla en el interior y respetando la distancia de seguridad de al menos 1.5 metros. Pero con mascarillas FFP2, que son las que sirven para “no contagiar” y “no ser contagiados” y no con las mascarillas quirúrgicas, que a pesa de ser las mas cómodas, no son las mas seguras porque solo sirven para no contagiar a los demás.
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