Salud

Los orzuelos se triplican durante la pandemia

El uso intensivo de las mascarillas dispara el número de casos por este motivo pues hacen que el aire exhalado por la boca suba hacia el ojo irritando con ello la conjuntiva y el párpado

Las patologías oculares se han multiplicado estos últimos dos años
Las patologías oculares se han multiplicado estos últimos dos añosDreamstimeDreamstime

La irrupción del coronavirus ha traído consigo, además de la Covid-19, el auge de otras patologías como consecuencia de los nuevos hábitos y realidades impuestas por la pandemia. Unos de los grandes damnificados de están siendo los ojos y, al aumento de casos de miopía y fatiga visual resultado del uso y abuso hecho de pantallas y dispositivos móviles en este tiempo, se suma otro inesperado efecto secundario: los orzuelos. Y es que, tal y como confirman los expertos consultados por A TU SALUD, el número de consultas recibidas por esta causa, y por tanto, su incidencia, se habría disparado.

Hace unos días, y ante el alarmante número de casos vistos en los últimos meses, Francisco Javier Rascón, médico internista del Hospital Juaneda Miramar, en Palma de Mallorca, lanzó la pregunta en redes sociales: «En dos meses llevo unos tres o cuatro pacientes con orzuelos. Esto supone más que todos los últimos 15 años previos juntos (no soy oftalmólogo) ¿Es casualidad? ¿Alguien tiene la misma experiencia?». Y la respuesta de sus colegas ha sido masiva y afirmativa.

«Esta observación es más bien empírica como problema añadido al motivo de consulta principal de los pacientes que visito o en el entorno social de familiares y amigos. Pero al preguntar a compañeros de atención primaria, oftalmólogos y farmacéuticos sí que confirman un aumento notable de este problema, siendo ellos los que habitualmente reciben la primera consulta por aparición de orzuelos», nos cuenta.

Él lo está viendo «desde hace un par de meses aproximadamente, desde febrero, si bien otros compañeros ya lo venían notando desde el año pasado», continúa Rascón. Confirma el dato Rosa Senan, del Grupo de Trabajo de Dermatología de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC): «Hay un incremento claro en la aparición de orzuelos, blefaritis y ojo seco. No dispongo de datos concretos pero, haciendo un cálculo aproximado, probablemente el doble, y existen más recidivas en general», asegura. Igual que José Manuel Benítez del Castillo, vicepresidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), quien eleva la cifra: «Los orzuelos han aumentado durante la pandemia. No existen estadísticas a las que consultar, pero podemos decir que su número se ha triplicado en estos dos años».

Una vez constada la tendencia, la pregunta lógica es el porqué de esta subida. Y los expertos parecen tenerlo claro también en este sentido: el uso prolongado que llevamos haciendo desde el inicio de la crisis del coronavirus de las mascarillas. Esto, sumado al uso también intensivo de pantalla y al estrés sufrido por la pandemia han sido el perfecto caldo de cultivo.

«La mascarilla es un factor clave en la aparición de esta patología. El aire que sube por su interior altera el párpado. Es un aire caliente y afecta a la superficie del ojo, haciendo que los microorganismos que normalmente están en la superficie de la piel se alteren, produciendo una inflamación que puede acabar obstruyendo unas glándulas que hay en el párpado. Es ese proceso lo que acaba derivando en el orzuelo», explica Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, oftalmólogo del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. Por otro lado, «si la mascarilla no está bien ajustada, se pueden generar roces de la misma con los párpados, lo cual puede ocasionar pequeñas heridas, dermatitis de contacto e infecciones», añade Senan.

«Su aumento se debe al incremento de blefaritis, que es la causa de los orzuelos. Ello es debido al estrés y la ansiedad generada por la pandemia. Los párpados son parte de la piel, y la piel y el sistema nervioso tienen un común origen embrionario. De hecho, los dermatólogos han visto un aumento de dermatitis seborreica, rosácea atópica y psoriasis –explica Benítez del Castillo–. También el aumento de horas frente a pantallas y la mascarilla tienen un papel importante en su incremento. Al parpadear exprimimos las glándulas sebáceas de los párpados y, cuando estamos frente a una pantalla, disminuye la frecuencia de parpadeo y las glándulas tienden a obstruirse. Además, del mismo modo que se empañan las gafas con la mascarilla el aire procedente de nuestra nariz y boca, cargado de bacterias, infecta el borde de nuestros párpados».

Y la cosa no se queda ahí, porque el uso de la mascarilla, además de fomentar la aparición de los orzuelos, «también propicia la aparición de erosiones corneales o la enfermedad del ojo seco», señala Fernández-Vega Cueto-Felgueroso.

Y es que, como indica Cristina Gutiérrez, miembro del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), también se han incrementado «de forma llamativa» otras patologías oculares como blefaritis, queratitis, ojo seco. «Tanto mis compañeros como yo misma percibimos más consultas por ojo seco, conjuntivitis o dermatitis palpebral», asegura Gutiérrez. «El ojo seco es otra complicación de la blefaritis por lo que ha aumentado su frecuencia. La queratitis es una complicación del ojo seco. También se ha observado un aumento de queratitis por herpes debido al estrés», apunta Benítez del Castillo.

Orzuelo y COVID
Orzuelo y COVIDAntonio Cruz

Y, además, también ha empeorado la respuesta a tratamiento: «Notamos la necesidad de más ciclos terapéuticos, o de prolongar la duración de los mismos por recidiva de la clínica en muy poco tiempo tras la retirada de tratamiento, dado que no se eliminan las causas que originan realmente estas patologías: el sedentarismo, las mascarilla y el aumento de uso de pantallas», cuenta Gutiérrez. «Hay muchos pacientes a los que hay que mantener más días el tratamiento e incluso dar una segunda pauta antibiótica ya que no remiten como antes de la pandemia. Probablemente las condiciones locales dificultan que la recuperación sea tan rápida como podría ser sin el uso de la mascarilla», coincide Senan.

Dicho todo esto, ¿es posible prevenir su aparición?Cualquier persona puede manifestar un orzuelo, pero siguiendo unos hábitos de higiene adecuados se puede reducir el riesgo. Así, el lavado frecuente de manos, mantener una correcta limpieza de las lentillas, limpiar el rostro con agua y jabón suave, tener cuidado con el maquillaje que se usa, proteger los ojos del agua de piscina o del mar y usar gafas de sol que protejan los ojos del aire y del sol son algunas de las indicaciones de Fernández-Vega Cueto-Felgueroso para evitarlos. «Hay factores sobre los que no podemos incidir, pero el tratamiento de la blefaritis con una correcta higiene palpebral ayuda a prevenir. Si tiene blefaritis y quiere evitar la aparición de orzuelos consulte a su médico oftalmólogo que establecerá un sistema adecuado de higiene palpebral», concluye el vicepresidente de la SEO.

¿Cómo se trata?

Aunque normalmente un orzuelo no precisa un tratamiento médico, para «acelerar la curación, se recomienda usar compresas tibias, así como una correcta higiene ocular. También debe evitarse tocar el ojo y el empleo de productos de maquillaje», explica Fernández-Vega Cueto-Felgueroso.

«Lo primero es aplicar calor local para ablandar la grasa obstruida. Da igual que sea calor seco o húmedo, sesiones de dos minutos, cuantas más veces al día se aplique mejor (5-10 veces). Si hay infección aguda asociada se aplicará un antibiótico y antiinflamatorio. Si no cede es útil la luz pulsada intensa y las inyecciones intralesionales de corticoides. Y si se enquista hay que recurrir a la cirugía», añade el vicepresidente de la SEO. Si persiste, los médicos pueden recomendar tratamientos antibióticos (ya sea en gotas o crema el párpado), o cirugía si no desaparece el orzuelo, haciendo un pequeño corte para drenar su interior.