Industria

El gran reto de acelerar la aprobación de los fármacos innovadores

La industria pide una reforma de los procedimientos de precio y financiación para acelerar los tiempos

Juan Yermo, Antón Costas, Juan López-Belmonte, Carlos Andradas, Raúl Pesquera y Félix Lobo
Juan Yermo, Antón Costas, Juan López-Belmonte, Carlos Andradas, Raúl Pesquera y Félix LoboFarmaindustriaFarmaindustria

El acceso a la innovación, la investigación biomédica y la producción de medicamentos son los tres grandes ámbitos en los que se concentran los retos y oportunidades de la industria farmacéutica. Así lo explicó Juan Yermo, director general de Farmaindustria, durante la 21º edición del Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, celebrado en Santander, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo.

«El primer paso es asegurar un acceso rápido a los nuevos medicamentos, valorando correctamente sus beneficios clínicos, incluyendo los de la innovación incremental y en el contexto de gestión de sostenibilidad financiera del sistema sanitario», señaló. «Necesitamos urgentemente una reforma de los procedimientos de precio y financiación para mejorar las tasas de acceso de los pacientes a los nuevos fármacos», señaló.

Es por ello que desde la patronal se espera que la reforma de la Ley de Garantías prometida por el Ministerio de Sanidad solucione uno de los grandes males actuales de la Sanidad española: el retraso en la financiación de las nuevas moléculas. Además, Farmaindustria ya presentó antes de verano toda una batería de propuestas a la Administración para conseguir acelerar estos tiempos.

Y es que, según los datos del Informe anual indicadores de acceso a terapias innovadoras en Europa (WAIT), elaborado por la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Efpia), el tiempo de espera para incorporación al sistema sanitario español es de 469 días frente a los 100 en Alemania, 140 en Dinamarca o 218 en Suiza. Y los nuevos tratamientos oncológicos necesitan una media de 469 días desde que son aprobados para su uso por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

Precisamente sobre este asunto habló el consejero de Sanidad Cantabria, Raúl Pesquera, quien aseveró estar, «haciendo lobby con mis compañeros de otras comunidades autónomas para que no se tarde tanto en aprobar fármacos innovadores y que haya tantas diferencias con otros países de la Unión Europea».

Los pacientes, los principales damnificados

La voz de los pacientes la puso Toñy Gimón, presidenta de la Federación Española Cáncer de Mama, quien aseguró «no entender el porqué de este retraso si ya se ha a probado por la EMA. Ocurre que en distintas comunidades autónomas hay diferencias y así se rompe el principio de equidad. Que el 45% de nuevos fármacos aprobado por la Unión Europea no están disponibles en España es un dato muy preocupante. Se tarda 19 meses en aprobar aquí cuando en otros países se hace antes. Y si no los financia el Sistema Nacional de Salud (SNS) solo tendrán acceso a ellos los que se los puedan permite y eso es malo para el sistema y los pacientes. No entendemos por qué es así, les rogamos más pedagogía. Esto nos inquieta a los pacientes y afecta a la calidad y cohesión del SNS», dijo.

«La Administración lo que quiere es el acceso a los mejores tratamientos y lo más rápido posible, ese es nuestro papel. Creo que hay que resolver esa confusión que se crea», respondió Dolores Fraga, subdirectora general de Farmacia, que afirmó que «en el año siguiente o los dos siguientes tras la aprobación de un fármaco por la Comisión Europea no tenemos ni la solicitud de precio que ha sido autorizado. El 42% de lo que sale en WAIT no se ha pedido precio hasta 2021. Entonces, es muy difícil cumplir con 180 días si ya no se cumplen esos plazos. Claro que hay que trabajar en agilidad, pero todos».

Sobre las posible soluciones habló César Hernández, recién nombrado director general de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia, durante un diálogo con Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria, a propósito de «El futuro de la evaluación de medicamentos». En su opinión, Europa y los países miembros deben trabajar de manera conjunta para mejorar y optimizar la evaluación de las nuevas terapias. «No podemos duplicar el conocimiento, este debe estar compartido. El conocimiento fragmentado es uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos ahora».