Acné adulto

Aunque buscando en el baúl de los recuerdos cualquier tiempo pasado nos parezca mejor, lo cierto es que una vez cumplida la treintena hay muchas cosas que preferimos dejar atrás y el acné es una de ellas.

Aunque como el pasado siempre vuelve, el acné también puede reaparecer en su forma adulta y resultar incluso más molesto que el juvenil. Pero, ¿qué es y por qué puede aparecer en la edad adulta?

El acné es una enfermedad de la piel caracterizada por una inflamación crónica de las glándulas sebáceas las cuales desembocan en los folículos sebáceos dando lugar a diferentes lesiones en la piel.

Dicho folículo es un receptor androgénico específico, siendo los altos niveles de testosterona en sangre uno de los principales causantes de dicha afectación dermatológica.

El incremento en la producción grasa obstruye los folículos y puede ir acompañado de la proliferación de bacterias como el Corynebacterium acnes y el Propionibacterium acnes.

Existen diferentes tipos de acné como son el conglobata, quístico, tropical o vulgar entre otros, pero cuando tiene lugar en el adulto se caracteriza principalmente por ser multifactorial.

Las principales causas son alteraciones hormonales propias de la edad adulta, un estilo de vida poco saludable, alteraciones del sueño o estrés.

Se caracteriza por la aparición de diversas lesiones en la zona del mentón y arco mandibular, y empeora con la menstruación o el uso de cosméticos comedogénicos.

Está presente en un 10% de las mujeres y solo en un 3% de los hombres adultos.

Los tratamientos suelen ser de larga duración y se debe de tener paciencia a la hora de observar una buena evolución de la enfermedad.

La mejor forma de dar carpetazo a nuestro pasado es acudiendo al dermatólogo para cumplir así con el tratamiento adecuado en cada caso.