Nutrición

Desayunar “fuerte”, clave frente a la obesidad

Ingerir entre un 15% y un 30% de las calorías diarias durante en la primera comida del día disminuye el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, según una investigación española

15 desayunos ricos en proteínas para empezar el día con energía
Los desayunos ricos en proteinas producen una mayor sensación de saciedad La RazónLa Razón

“Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un pobre”, reza un dicho antiguo. Detrás de él hay bastante ciencia. El desayuno siempre se ha considerado la comida más importante del día. Hacer bien esta primera comida se relaciona con una mayor ingesta diaria de nutrientes, un mejor cumplimiento de las recomendaciones nutricionales y una mejor calidad de dieta total, según la Federación Española de Nutrición (FEN). Sin embargo, también se ha llegado a poner en duda su hegemonía con respecto al resto de ingestas, ya que los estudios que se han realizado sobre su efecto en la salud han sido sobre todo observacionales, de modo que no se ha podido establecer una relación causa efecto entre no desayunar o desayunar poco y tener peores indicadores de salud.

Ahora, una investigación, en la que ha participado la Universidad de Oviedo, ha valorado la relación entre la composición de la ingesta en el desayuno y distintas enfermedades, para concluir que tomar entre el 15 y el 30% de las calorías diarias en la primera comida del día disminuye el riesgo de obesidad, hipertensión arterial y diabetes- la triada conocida como “síndrome metabólico”.

Cristina Lasheras Mayo, profesora del Departamento de Biología Funcional de la Universidad de Oviedo e investigadora principal, recuerda que los estudios actuales sobre nutrición se centran no sólo en averiguar cómo influye la ingesta total de alimentos y nutrientes, sino en la importancia de cómo los distribuimos a lo largo del día.

"Muchos estudios han concluido que el desayuno es una de las comidas más importantes del día y que aquellos que no desayunan tienen más problemas de salud. Sin embargo, la mayoría de los estudios que han valorado la relación entre la composición de la ingesta y distintas enfermedades, se han focalizado en el efecto de las comidas del mediodía, la cena o bien en la ingesta nocturna y son pocos los que lo han hecho en el desayuno", explica la investigadora en un comunicado.

El estudio, publicado en la revista Nutrients, se llevó a cabo en personas voluntarias del estudio prospectivo sobre dieta, cáncer y salud EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition, por sus siglas en inglés), que se desarrolla en Asturias, Granada, Murcia, Navarra, Guipúzcoa y Barcelona. A cada participante se le realizó una historia de dieta, se le extrajo una muestra de sangre, y con ello se obtuvo la ingesta de carbohidratos, proteínas, lípidos y fibra del total del día y de cada una de las tomas realizadas.

Cuando analizaron los datos, observaron que la proporción de participantes que sufrían síndrome metabólico era un 38% menor entre los que ingerían en el desayuno entre el 15% y el 30% de las calorías totales del día comparado con aquellos que consumían cantidades menores.

Comer 5 veces al día no beneficia

Otro resultado fue una tendencia a desayunar menos entre aquellos individuos que realizan más de cinco ingestas al día. Esta mayor frecuencia de comidas, quizás debido a un mayor picoteo entre horas por parte de estas personas, se relaciona con un 23% más de síndrome metabólico.

La profesora Lasheras indica que, a pesar de que el tipo de diseño del estudio no permite hablar de una relación causa-efecto, estudios experimentales han mostrado que consumir las mismas calorías a primera hora de la mañana frente a hacerlo al final del día, lleva consigo una mejor respuesta metabólica, además de un mayor gasto de calorías para digerir y almacenar los nutrientes. Esta situación implica una mayor necesidad de calorías totales y una mejor respuesta a la glucosa, dos mecanismos implicados en un mejor control de la salud cardiometabólica.

"Además, un buen desayuno con alimentos que nos aporten las calorías adecuadas aumenta la sensación de saciedad y, por tanto, disminuye la cantidad de comida ingerida el resto del día".