Salud mental
Descubren por qué los adolescentes son más vulnerables a la depresión
La elevada incidencia de este trastorno en menores es un problema de salud pública
Más de la mitad (54%) de los jóvenes españoles asegura tener problemas relacionados con el bajo estado de ánimo, de los que casi un tercio presenta niveles "preocupantes" que rayan la depresión. Además, un 52% muestra niveles autopercibidos de ansiedad moderados y graves, donde destaca el grupo de chicos de entre 15 y 19 años, pues más de dos tercios "presentan una mayor alerta en varios temas de salud mental". Respecto a las diferencias de género, un 57% de las chicas se encuentran en los niveles de moderado a grave y severo, frente al 51% de los varones, según señala el estudio "Inquietudes, preocupaciones y salud mental de la juventud en España", realizado por la Fundación Atalaya a partir de entrevistas a 2.002 adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años residentes en nuestro país.
Se sabe que 70% de las patologías psicológicas y psiquiátricas debutan durante la niñez y la adolescencia, etapa de la vida en la que se producen numerosos cambios en el cerebro y el cuerpo. Sin embargo, se desconocen las causas en profundidad.
Ahora, una investigación del King's College de Londres (Reino Unido) ha encontrado una vía biológica en el cerebro que podría explicar esta mayor vulnerabilidad a los desequilibrios emocionales. El estudio, que se publica en Biological Psychiatry, muestra que los adolescentes con mayor riesgo de depresión o con diagnóstico de depresión presentan niveles más bajos de ácido quinurénico, un compuesto neuroprotector. Esta reducción fue más evidente en las chicas que en los chicos, lo que podría explicar por qué las mujeres experimentan mayor incidencia de depresión.
La vía de la quinurenina (KP) es una vía de metabolización del triptófano, un aminoácido presente en los alimentos. Cuando se descompone, el triptófano puede tomar dos caminos en el cerebro: uno que produce sustancias químicas neuroprotectoras y otro que produce sustancias químicas neurotóxicas. Este proceso implica varios subproductos, como el ácido quinurénico (neuroprotector) y el ácido quinolínico (neurotóxico).
"Aún sabemos muy poco sobre los posibles factores biológicos que impulsan la depresión y cómo esto podría afectar la diferencia entre chicos y chicas adolescentes. Nuestro estudio indica que la vía de la quinurenina influye en el desarrollo de la depresión durante la adolescencia, lo que podría ayudarnos a comprender por qué hay una mayor incidencia en las chicas. Durante la adolescencia, existe una amplia gama de factores sociales e individuales que influyen en la salud mental, y al identificar las vías biológicas implicadas, esperamos poder ayudar a comprender mejor cómo podemos ayudar a los adolescentes a gestionar la depresión", explica la autora principal, Valeria Mondelli, profesora clínica de Psiconeuroinmunología en el King's College, según recoge Ep.
Marcadores de inflamación
La investigación evaluó los niveles de ácidos quinurénico y quinolínico en un grupo de 150 adolescentes de Brasil de entre 14 y 16 años, usando análisis de sangre. Los adolescentes pertenecían a tres grupos: aquellos con bajo riesgo de depresión, aquellos con alto riesgo de depresión y aquellos que habían sido diagnosticados con depresión. El riesgo se evaluó utilizando una medida que se había desarrollado como parte del proyecto, llamada IDEA (Identificando la Depresión Temprana en la Adolescencia) y que consideraba una variedad de factores.
Había 50 adolescentes en cada grupo y fueron divididos equitativamente por sexo biológico para explorar las diferencias entre hombres y mujeres. Los adolescentes fueron seguidos durante tres años para evaluar si sus síntomas de depresión persistian o mejoraban. El estudio también midió proteínas específicas en la sangre que indican que el cuerpo se encuentra en un estado inflamatorio y que se liberan durante infecciones, estrés o enfermedades.
Se descubrió que niveles más altos de estos marcadores inflamatorios se relacionaban con una mayor producción de sustancias químicas neurotóxicas en la vía de la quinurenina. Cabe destacar que esta asociación se observó en adolescentes con alto riesgo o con depresión, pero no en adolescentes con bajo riesgo. Esto sugiere que la inflamación podría impulsar la vía de la quinurenina hacia la producción de sustancias químicas neurotóxicas, aumentando así el riesgo de depresión.
Depresión presistente
En el seguimiento realizado tres años después, el estudio mostró que las adolescentes con depresión persistente tenían niveles más altos de metabolitos neurotóxicos que las que se recuperaron con el tiempo, lo que sugiere que una mayor actividad neurotóxica en la vía de la quinurenina podría hacer que la depresión sea más difícil de superar para algunas adolescentes.
"Nuestro estudio indica que la medición de las sustancias químicas implicadas en la vía de la quinurenina podría ayudar a identificar a quienes corren riesgo de padecer depresión persistente, especialmente entre las mujeres, así como a orientar los enfoques que adoptamos para brindar apoyo. Este conocimiento podría contribuir a desarrollar un apoyo más específico para adolescentes con depresión mediante intervenciones que incidan en dicha vía de diversas maneras, desde la medicación hasta cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio", concluye Naghmeh Nikkheslat, primera autora e investigadora principal asociada del King's College.