Los expertos alertan del alza de las adicciones digitales

Los medios digitales (tableta, ordenador, teléfono inteligente, televisión, reloj inteligente…) pueden afectar a cualquier edad a la salud del individuo (a nivel físico, psicológico, social, sexual…). «Consideramos que existe un problema cuando el mundo digital afecta a la salud de una persona a cualquier nivel. Es lo que denominamos genéricamente salud digital», explica María Salmerón, especialista de la Unidad de Pediatría y Adolescencia del Hospital Ruber Internacional.

Existen dos clasificaciones de enfermedades mentales internacionalmente reconocidas. Las últimas publicadas son el CIE 11 (clasificación de la Organización Mundial de la Salud) y el DSM 5 (la clasificación de la Asociación Americana de Psiquiatría). Respecto a las conductas adictivas, «el CIE 11 reconoció el trastorno por videojuegos. El DSM 5 se incluyó como un trastorno que necesita más estudios para su clasificación, debido a que no existía un consenso en la definición del propio trastorno ni en los cuestionarios validados para su detección», indica esta especialista.

En el año 2022 se publicó un consenso europeo sobre conductas adictivas a medios digitales en el que se define, se clasifica y se recomienda cómo medir a nivel de investigación de manera que los estudios sean homogéneos y se puedan comparar entre sí.

En la práctica clínica esta doctora señala que se considera adicción sin sustancias toda aquella que produce un alivio del malestar a nivel psicológico y un abandono de la actividad habitual unido a una serie de síntomas (tolerancia, síndrome de abstinencia, pérdida de control y ocultación).

María Salmerón advierte de que la adicción puede impactar en la vida del paciente a muchos niveles. En primer lugar, en la salud física, con síntomas como: abandono del autocuidado con afectación del sueño, la alimentación, la disminución de la actividad física, descuido de la imagen… El segundo, sobre la salud social, ya que suelen acusar un abandono de sus relaciones sociales y familiares. Además, en el ámbito laboral o escolar hay una disminución del rendimiento, absentismo e, incluso, abandono. También puede aparecer renuncia al ocio.

Enfermedades mentales

A su vez, junto a la adicción pueden aparecer otras enfermedades mentales relacionadas con la esfera del control de los impulsos como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o de trastornos internalizantes como la depresión y la ansiedad. «Por otro lado, la sobreexposición en imágenes en las redes sociales (RRSS) también puede perpetuar trastornos relacionados con la imagen corporal, como los de la conducta alimentaria», afirma.

Respecto a la conducta adictiva a medios digitales se desconoce cuántos diagnósticos hay en España. No existen registros a nivel nacional. «Sí disponemos de algunas encuestas que nos pueden orientar –señala–. El problema es que se elaboran a través de cuestionarios autocumplimentados y sin una valoración clínica rigurosa y, por tanto, los datos obtenidos pueden diferir de los reales».

En una revisión sistemática y metanálisis publicada en el año 2020, que incluyó 113 estudios epidemiológicos que abarcaron casi 700.000 personas de 31 países, y que se publicaron entre 1996 y 2018, se sugirió que la prevalencia de conductas adictivas en medios digitales, en promedio, se estima en un 7,02%. Por otro lado, un estudio realizado en Unicef en España en población adolescente publicado en 2021 concluyó que el uso problemático de Internet se situaba en un 33%, si bien este dato no se refiere estrictamente a adicción, sino a riesgo de adicción.

Todos aquellos factores protectores para una adecuada salud mental son clave para prevenir cualquier adicción. En cuanto al tratamiento, tiene que ser individualizado en función de si existen otras patologías, factores de riesgo asociados y del grado de disfuncionalidad del paciente.

Conductas adictivas por género y edad

Las conductas adictivas en Internet son un conjunto de adicciones diferentes entre sí, con factores de riesgo distintos. «Por ejemplo, el trastorno por uso de videojuegos es más frecuente en el género masculino en población joven», asevera María Salmerón.

El trastorno por uso de redes sociales es más frecuente en el género femenino en el adulto joven y adolescente. La prevención clave es una adecuada educación digital desde la primera infancia.

En la actualidad existe un abuso de la tecnología en todas las edades, siendo más llamativo en la población adulta. «La herramienta con mayor impacto a nuestro alcance es el ejemplo. ¿Somos los adultos un buen ejemplo en el uso de la tecnología?», dice.