Prevención
Fiebre del virus de Nilo: cómo evitar que te pique el mosquito
La fiebre del virus del Nilo Occidental es una enfermedad seria, pero puede prevenirse eficazmente mediante medidas de protección contra las picaduras de mosquitos
La fiebre del virus del Nilo Occidental es una enfermedad transmitida principalmente por mosquitos infectados. Originaria de África, esta enfermedad ha ido extendiéndose por distintas partes del mundo debido al aumento de las temperaturas, incluyendo Europa y América. La mejor manera de prevenirla es evitar a toda costa las picaduras de mosquitos, pero ¿cómo podemos hacer eso?
El virus del Nilo Occidental es transmitido por mosquitos del género Culex. Los mosquitos se infectan al picar aves que portan el virus y luego pueden transmitirlo a humanos y otros animales. La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, pero en algunos casos, especialmente en personas mayores o con sistemas inmunitarios debilitados, puede causar enfermedades graves como encefalitis o meningitis.
¿Cómo prevenir la picadura?
Aunque no hay una fórmula mágica para evitar con total efectividad las picaduras de mosquitos, hay ciertos consejos a considerar para que estos insectos no estén cerca y reduzcas el riesgo de ser picado y en consecuencia, contraer la enfermedad. Una de las estrategias más efectivas es el uso de repelentes de insectos que contengan ingredientes activos como DEET, picaridina o aceite de eucaliptolimón. Estos productos deben aplicarse en todas las áreas expuestas de la piel y también sobre la ropa para una protección adicional.
Estos repelentes interfieren con los receptores olfativos de los mosquitos, dificultando que detecten el dióxido de carbono y otros compuestos que emiten los humanos y que les sirven de guía. El uso de insecticidas tanto en interiores como en exteriores también es una herramienta útil. En interiores, los aerosoles y dispositivos de vaporización pueden eliminar mosquitos que hayan ingresado al hogar. En exteriores, los insecticidas aplicados en arbustos y maleza donde los mosquitos descansan durante el día pueden reducir la población de estos insectos.
Finalmente, los mosquitos tienen una visión adaptada para identificar objetos oscuros y contrastantes, que suelen asociar con potenciales fuentes de alimento. Colores como el negro, el azul oscuro y el rojo son especialmente atractivos para ellos, ya que se destacan más en diversos entornos y bajo diferentes condiciones de luz. Por eso, vestir con ropa clara en el verano siempre va a venir bien, no solo por el calor sino también para despistar a estos insectos.
Evita a toda costa el agua estancada
No hay nada más apetecible para los mosquitos que el agua estancada. Científicamente, los mosquitos hembras depositan sus huevos en el agua, y las larvas y pupas se desarrollan en este entorno antes de convertirse en adultos. El ciclo de vida de un mosquito puede completarse en tan solo una semana, lo que permite que incluso pequeñas cantidades de agua estancada, como las que se encuentran en platos de macetas, neumáticos viejos y canaletas obstruidas, se conviertan en criaderos eficientes.
El agua estancada proporciona nutrientes y la relativa estabilidad del entorno para los insectos en general. Las larvas se alimentan de microorganismos presentes en el agua, y la falta de movimiento les ofrece una mejor oportunidad para sobrevivir y madurar. Por lo tanto, eliminar o cambiar regularmente el agua estancada interrumpe este ciclo de vida, reduciendo la población de mosquitos y disminuyendo el riesgo de enfermedades transmitidas por estos insectos, como la fiebre del virus del Nilo Occidental, el dengue y la malaria.