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Lipedema: sin cura, pero con mejores tratamientos

Los sistemas WAL, Microaire o PAL ayudan a extraer el exceso de grasa y deben acompañarse de terapias descongestivas

Lipedema
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El lipedema es un acúmulo de grasa patológica (lipodistrofia) doloroso que suele manifestarse en la parte inferior del cuerpo (piernas y nalgas), aunque en ocasiones, también se produce en los brazos.

Su síntoma más característico es una diferencia notable y extrema de volumen entre el tren superior e inferior del cuerpo. Esta enfermedad crónica, aún infradiagnosticada y que afecta fundamentalmente a mujeres, se engloba dentro de las patologías del tejido adiposo y siempre está relacionada con el metabolismo de las grasas.

En España se estima que un 15% de los casos tiene un origen genético (por herencia familiar) debido a que las personas que lo padecen poseen un mayor número de células embrionarias grasas, pero también puede tener un origen hormonal.

Una cuestión importante es no confundirlo con el linfedema pues, a pesar de que las manifestaciones físicas de ambos son similares, se tratan de dos patologías muy diferentes. Así, mientras que la primera se produce por un problema del tejido adiposo, como decíamos, la segunda se basa en una alteración del sistema linfático.

En los casos más graves, se presenta como un edema con dolor (e incluso hematomas producidos al palpar la piel) y una gran desproporción entre la zona inferior del cuerpo (mucho más gruesa y abultada) y la superior. Los pies no suelen estar afectados. Además produce problemas articulares, dificultad para moverse con agilidad además de angustia, depresión y trastornos alimenticios.

Las dietas estrictas no suelen ser efectivas y, en ocasiones se ha llegado a realizar una reducción de estómago, pero, en opinión de Ana Torres, vocal de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (Aecep), esta no es la solución ideal. «Se debe tener una visión holística y saber que el lipedema tiene varios grados de grosor en el tejido que abarcan varios centímetros de profundidad por lo que es necesario para hacer un diagnóstico exacto, realizar una ecografía del tejido porque además del grosor, un 30% de los casos tienen una insuficiencia venosa que incrementa el problema», explica la doctora.

Tratamientos

Por lo tanto, la solución en los casos más severos es la cirugía con anestesia espinal (epidural) que provoca un adormecimiento en la parte baja del cuerpo. Las infiltraciones son cortas y se aspira la grasa con el sistema WAL (Water-Jet Assisted Liposuction). Este tipo de liposucción emplea una pequeña cánula introducida a través de incisiones milimétricas que, a la vez que aplica suero salino pulverizado para desprender los adipocitos, realiza una aspiración progresiva de éstas células adiposas enfermas bajo control manual.

Uno de los aspectos principales a considerar en el momento de seleccionar un especialista para llevar a cabo su tratamiento son los estudios, la experiencia y actualización constante. Y es que gracias a las últimas técnicas y procedimientos que puedan revertir en la mejoría de la atención y los resultados de los pacientes interesados en cirugía estética de nuestro país. Estamos hablando de una técnica muy delicada que preserva los vasos sanguíneos, el tejido conectivo y los vasos linfáticos.

Otro sistema de las mismas características que se puede utilizar es el sistema de Microaire o PAL. Ambas metodologías reducen el tiempo de la intervención y controlan tanto el líquido infiltrado, como la grasa extraída sin dañar al paciente. Las zonas donde se realiza la cirugía del lipedema son las rodillas, subglúteo y trocánteres.

«Una vez transcurrido el periodo de recuperación para el paciente es fundamental realizar terapias descongestivas (drenajes linfáticos y masajes específicos), así como una cuidada nutrición y ejercicio», concluye la doctora Isabel Moreno, presidenta de la Aecep.